ascenso y ocaso del ladrillo

Yo, de los tiempos en los que en el colegio me leían la biblia, aprendí que los ciclos económicos de Kondratieff, -que estudié más tarde-estaban recogidos en el antiguo Egipto, siete años de bonanza y siete de escasez, y lo de construir torres altas lo explicaban con la de Babel.
Se nota que los señores del ladrillo no leen los informes de sus asesores de inversiones-tipo Madoff- "no te lo puedo contar, pero no dejo que entren más que los elegidos", sino que tampoco les suena la biblia. Y eso que casi todos son muy religiosos, y practican lo de " que tu mano izquierda no sepa lo que hace tu derecha".
Ahora, vemos lo que significó la exuberancia irracional de la que hablaba Greespan, eso sí, a toro pasado de su mandato.
Como lo fueron en 2007 dos de los creadores de expectativas de mayor poder que han cruzado la bolsa española: Enrique Bañuelos, con Astroc, y Luis Portillo, el verdadero dios del ladrillo y el apalancamiento, capaz de atraer tras su estela a inversores de alto standing como Alicia Koplowitz, y a todos los señores del ladrillo españoles como la familia Nozaleda, los Santamaría, Carabante, Díaz de Mera.... Todos se han sentado en la misma mesa que Portillo y se vieron encadilados por aquel tipo mundanal capaz de hablar de operaciones como quien juega al monopoly. Un hombre hecho a sí mismo, como el tópico, ducho en el uso del refranero español con marcado acento andaluz y mago de la sabiduría popular, aquella que dice que 'los pisos nunca bajan'... solo que Portillo se saltó la crisis del 1992.Pero los grandes apellidos no se quedan aquí. Uno que salió de la nada y llegó a lo más alto se estrelló, precisamente, en este 2008. Luis del Rivero, mentor de Sacyr Vallehermoso junto a Manuel Manrique o José Manuel Loureda, lo llegaron a tener todo... o casi. Tenían socios financieros riquísimos como Demetrio Carceller o Juan Abelló. Tenían una constructora (Sacyr). Consiguieron una inmobiliaria (Vallehermoso 2002) y la mayor empresa de autopistas en España (ENA en 2003). Llegaron a entrar en el capital de BBVA y pedir representación en la gestión (2004). Se comieron un tercio del capital del potente grupo francés Eiffage y engordaron a sus autopistas con adquisiciones. ¿Se podía ser más grande? ¿Y más idiota...? Jugar a sus años a quién la tenía más grande.
Monopoly para adultos y ahora...papa estado me pone la tirita.
(foto la idiota)