martes, 28 de mayo de 2013

frank zappa, un gran filósofo con guitarra



  No será Witgenstein, pero su pensamiento aplicado a nuestra época es sin duda contundente y cierto.   "La política es el departamento de espectáculos de la industria" (*****)
 
"El arte es hacer algo de la nada y... ¡Venderlo!"
 
"Nunca me ha importado que 30 millones de personas piensen que estoy equivocado. El número de personas que pensaban que Hitler tenía razón no prueba que la tuviera. ¿Tengo acaso que estar necesariamente equivocado sólo por que unos pocos millones de personas piensen que no tengo razón?"
 
"La estupidez tiene un cierto encanto del que la ignorancia...¡carece!"
 
" Y aquí va la mejor: "Algunos científicos argumentan que,debido a su abundancia, el hidrógeno es el bloque básico con el que el Universo está construido. Estoy en desacuerdo. ¡Pienso que hay mucha más estupidez que hidrógeno,y que por lo tanto la estupidez es el bloque básico con el que el Universo está construido!"

"La fama es como una mosca nadando en una copa de champagne llena de burbujas. Piensa que vive en el espectáculo sin darse cuenta que, en realidad... se está ahogando".
 
 "La televisión existe por que la gente ya no quiere hablar entre sí" "Escribir sobre música es como... bailar sobre arquitectura" Sin música para decorarlo, el tiempo es sólo un puñado de aburridos plazos límite de producción o fechas en las cuales deben pagarse las cuentas".  "Todo el mundo es idiota hasta que demuestre lo contrario".

"Abandona la escuela antes de que se pudra tu mente por exponerla a nuestro mediocre sistema educativo.¡Olvídate del título y ve a una biblioteca y edúcate a ti mismo si tienes las pelotas bien puestas! Algunos de ustedes parecen robots plásticos a quienes le dicen que leer".

"La religión es excelente para mantener callada a la gente común".

"Lee el Kama Sutra ¿Cuánta gente murió por leer el Kama Sutra comparado con la Biblia? ¿Quien gana?"

"La sociedad paga para tener un sistema educativo de mierda, porque mientras mas idiotas salgan, más fácil de venderles algo es, hacerlos dóciles consumidores, o empleaduchos. Graduados con sus títulos y nada en sus cabezas, que creen saber algo, pero no saben nada. ¿Qué música escuchan? Mis discos seguro que no".

"Sin desviarse de la norma, el progreso es imposible".

"Los niños son ingenuos, creen cualquier cosa. La escuela ya es suficiente, pero si encima lo acercas a una iglesia, lo estás metiendo en problemas".

 "El comunismo no funciona porque a la gente le encanta poseer porquerías".
  (foto Karen Nörr)

martes, 21 de mayo de 2013

los banqueros son muy buenos y si pierden les ayudamos.



Un juez califica la gestión de Blesa en Caja Madrid de "aberrante" y lo ingresa en prisión. Pero es que el Sr. Blesa, que prestó miles de millones a corruptos como Diáz Ferrán- a la sazón Presidente de ese "nido de señores" llamada COE- parece que presuntamente en la operación de compra de un Banco en Miami - no el de Florida, por el que ingresó en prisión-  se embolsó 100 millones de comisión. Atención prengunta. ¿Para qué compra una Caja de Ahorros española un banco en Miami, con una gran mansión en la que viven los señores directivos del Banco y dan fiestas y comidas como si fueran los Rockefeller? ¿Y por qué celebraban Consejos del Banco en el Caribe? Es difícil que las cuentas en la playa cuadren, pero sí que las firmen los consejeros sin rechistar.

También el Sr. Blesa hizo varios prestamos: a él mismo- la caridad empieza por uno- a consejeros, a varios "amiguitos del alma" y en última instancia  según denuncia su entorno,  el préstamo de 26,5 millones de euros concedido al expresidente de Marsans y de la CEOE, Gerardo Díaz Ferrán, por Caja Madrid. Miguel Blesa, era uno de los hombres más poderosos en Madrid y manejaba a su antojo dinero que no era suyo. Parece ser, que su entrada en la cárcel no molestó a nadie de los que le conocen, si exceptuamos a su novia financiera devenida peletera, con préstamo de su pareja.

Por ejemplo: Blesa metió a Caja Madrid en créditos que financiaban operaciones imposibles como la de Prisa en Sogecable o la de ACS e Iberdrola, o empresas que se han venido abajo como Marsans de Gerardo Díaz-Ferrán, operación por cuyas presuntas irregularidades también está implicado Blesa en los juzgados. Y, por supuesto, grandes inmobiliarias como Metrovacesa. Unos créditos que prometían grandes rentabilidades por su enorme volumen, pero que han tenido que convertirse en acciones -como en el caso de esta última- o refinanciarse una y otra vez a la espera de que algún día llegue la recuperación y estas empresas puedan devolver lo prestado, practicamente imposible. Blesa ha salido en unas horas, porque 2,5 millones de euros es calderilla para su bolsillo, y las plumas de la democracia se han apresurado a decir que el juez no pagó su alquiler, y que fue juzgado por ello. Es curiosos que El País, uno de los beneficiados por el banquero con préstamos imposibles se apresure a desnostar al juez por no abonar un alquiler.

Cuando Miguel Blesa era presidente de la entidad financiera también hizo muchos favores a medios económicos. El tejido de la corrupción político-financiera es de numerosos hilos, todos bien anudados y enlazados. Ahora y siempre la mafia herida se revuelve contra la justicia, y tiene muchos pistoleros de pluma pagados para que, llegado el caso, la defiendan. Nada nuevo.

España está gobernada por partidos corruptos y corruptores mediante una dictadura apenas disfrazada de democracia: ni aquí hay Justicia Independiente (salvo maravillosas excepciones de jueces ejemplares), ni hay transparencia en la gestión de aquello que pertenece a todos (ahora preparan un remedo de medias sombras), ni el ciudadano desempeña ningún papel en su destino, ni directamente ni por representación de nadie. La dedocracia consiguiente de los corruptos multiplica su número hasta alcanzar una cifra descabellada e insostenible.

Pero el fiscal ese señor que tiene que acusar, está mirando la manera de que Blesa no sea reo, por un quítame allá un defecto de forma. Y su estilo ya se vió en aquella comparecencia delirante en el Congreso, en la que dijo haber hecho todo bien, y aclaró que el coche blindado de millones de euros que usaba "era incomodo". Así que, para defectos de formas la que tenía el Sr. Blesa.

Espero que el futuro para éstos "banqueros de pacotilla" no sea confuso sino negro.

lunes, 6 de mayo de 2013

sonríe, que es peor



Un día en un aeropuerto, en un retraso de más de seis horas de esos que llaman "por motivos técnicos", absolutamente desesperada, me compré un libo de autoayuda para ver si me servía para un momentazo por el que estaba pasando. El libro era algo titulado "Tú puedes hacer algo por ti". El autor no mentía, lo dejaba todo en tus manos y él se embolsaba unos euros. Era un sofista de la escuela de Atenas (Las Vegas).

En el tercer párrafo,  decía que si te muestras mal, tienes que sonreír y que al imitar la sonrisa, se supone que tu estado cambia. Aseguraba que para acostumbrarse hay que sonreír mucho. Y como entrenamiento proponía que hay sostener un lápiz entre los dientes. Creo que fue el mentor de Zapatero (de él me quedé traumatizada de la sonrisa perpetua).

No quería sonreír, porque me parece que eso de la sonrisa está muy sobrevalorada, incluso en las entrevistas de trabajo. ¿Por qué vas a sonreír si quieres trabajar y no pasar unas estupendas vacaciones? ¿hay alguien de los que tienen el poder que no sonría?. No, porque el poder y el saberse incompetente les lleva a sonreir - les debía dar carcajadas- y a trabajar mucho menos. Tienen muchas comidas de trabajo y reuniones en campos de golf.   

Más adelante en la segunda página, haciéndose eco de las teorías de William James, que era un señor que había investigado, afirmaba con todo el morro que según la investigación, usted sólo tiene que hacer los movimientos físicos adecuados y sus emociones cambiarán. Intenté bailar, no conseguí nada.

También recomendaba "fingir cualquier conducta hasta conseguirla" - en este caso, para explicar el cambio de nuestro personaje y nuestra forma de actuar, se remontaba a Aristóteles. Lo llamaba "habituación" y  parece ser que el filósofo aconsejó que así como nos convertimos en músicos tocando la lira, llegamos a ser valientes al actuar con valentía, y si somos presuntuosos y creemos que valemos, sólo hay que parecerlo y repetirlo.

Llegado a este punto, el retraso de avión era lo que menos me indignaba. 
No se trataba de "ser uno mismo". Sino de ser alguien que no eres. Tratando de comportarnos de manera que no se esté demasiado conectado con la realidad,   ésta se aleja y a menudo es más sostenible. Las personas están donde están, por una combinación de talento y trabajo duro, decía. Y con la ayuda  inestimable de parientes en el poder, mucha suerte y descaro, añado yo.   

Luego está esa recomendación tan fabulosa de exagerar y vender incluso diplomas o conocimientos que no tienes; el llamado "síndrome del impostor". El resultado es que estamos rodeados por esos personajes que han leído libros de autoayuda. La charlatanería no deja de ser charlatanería, aún en caso de que esté adquirida en una asociación profesional o partido político y con diplomas acreditados. 

En muchos ámbitos, sin embargo, no hay ninguna prueba de competencia que no sea por los resultados. Muchos de los mejores escritores, artistas, músicos, cocineros, modistas y otros, tienen poco o ningún entrenamiento formal -bueno, ahora más que antes- pero lo que de verdad tienen es la convicción de mucho entrenamiento, y la creencia de que para mejorar hay que estar convencido de que no lo hacemos demasiado bien. 

Si fueramos honestos, deberíamos tener miedos a ser un fraude andante, una mentira, un falsario. Debemos sentir- en algunas ocasiones- que nos sobrepasa la responsabilidad, aunque debamos disimularla. Y me identifico con los que les ocurre. En realidad, creo que cierto tipo de temor a la impostura es completamente sano y apropiado. Es mejor esta clase de inseguridad, es más positiva que, por el contrario, partir de la sobrevaloración de uno mismo.

Hoy escuchamos repetidamente las palabras “oportunidad”, “transformación”, “desafío”. Palabras que si se analizan con detenimiento, nos han llevado a la crisis más aguda de la última historia. Todos los dirigentes ven una "oportunidad" para la "transformación" de la sociedad y por ello aceptan el "desafío" de cambiarla.  

Todos han aprendido lo poco que saben, de palabra hueras que han leído en libros de autoayuda. Y ahí seguirán, hasta que aceptemos el desafío de echarlos a patadas, porque lejos de plantearse abandonar, no vacilan en tomar decisiones implacables-que no impecables-, y que además sostienen con aparente firmeza. Gente segura y con enorme poder de charlatanería, que en política, finanzas o empresas pilotan repletos de tópicos y que nunca han sufrido el síndrome del impostor. Y todos sonríen. Incluso el tiburón al atrapar a la presa.

Han seguido el consejo de la mejor autoayuda: !búscate la vida! Lo malo es que también siguen a pie juntillas el "sé tú mismo!

Por cierto, envalentonada por las tres primeras páginas, llenas de consejos de ser la que no soy, fui a la librería y cambié el libro por uno de derrotas y fracasos de esos que son buena litaratura.