Los ministros de cultura en las democracias occidentales son los que llena el pesebre con la alfalfa que deben comer algunos artistas. Molina, se preocupa de que las descargas sean legales, y lo primero que debe hacer es investigar los fondos de la SGAE. Hay muchos artistas que ni cobran,ni se les paga, pero todos pagamos un canón para eso tan español del
por si acaso. Es decir que sin descargar nada ya estás pagando. Si acaso debería preocuparse de las cuentas del chef francés que ayudaba a Barceló a batir la mezcla, del coste de los pigmentos y de esa frase del Miquel "yo a los políticos no hago caso".
César habla y dice "la cultura tiene que estar por encima de cualquier visión partidista", pero cómo buen gallego llena el carro de alfalfa para repartir entre los señores del mírala, mírala y otros afines. El ministro es poeta en sus ratos libres.
Cuando oyen la palabra cultura sacan la chequera, y a mí , viendo lo que escriben, ruedan y cantan algunos, me apetece sacar la pistola aunque sea la de agua.
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