sábado, 24 de marzo de 2012

las miserias de los bancos de inversión



Como seguramente habréis leído, la semana pasada un "trader" de Goldman Sachs, esa empresa que se ha hecho tan famosa y que suena todos los días, escribió en El New York Times una carta diciendo como hablan los empleados de esa empresa, de sus clientes. Y lo hacen mal, muy mal.No hacía falta que lo dijera, porque en estos últimos tiempos han habido varias películas que nos lo han explicado de manera real y muy descriptiva, la ficción de sus vidas.


Ya en 2011, otro llamado Resstani había explicado "Los mercados y los fondos de inversión no creen en el plan de rescate. Ellos saben que el mercado está quemado, finiquitado, y no les importa el euro". Y concluye: "Esta crisis económica es como un cáncer. Si te limitas a esperar pensando que va a pasar, seguirá creciendo como un cáncer y entonces será demasiado tarde. Lo que aconsejo a todo el mundo es que se prepare. No es el momento de hacerse ilusiones: los Gobiernos no van a arreglar nada. Los Gobiernos no dirigen el mundo, lo dirige Goldman Sachs y a éste no le importa este rescate. Mi consejo es que la gente proteja lo que tenga porque en un año millones de personas perderán sus ahorros".


Carta a los chicos de esos bancos,


Queridos especuladores "trades", empleados de bancos de inversión y demás fauna, salvaje y depredadora, que vais a acabar con nosotros y con vosotros mismos.
La relevancia del email de un empleado de segunda -director de inversiones hay miles en esa compañía-  solo se explica porque el resto de los humanos estamos deseando echarnos a vuestra yugular y cualquier motivo es bueno, justo y necesario. 
Imagino que el hombre se ha quedado corto. Vuestra industria y vuestro papel en el mundo está sobredimensionado y sobrevalorado habéis creado una capa de realidad abstracta y tautológica que acaba por perder contacto con el mundo.
El mundo financiero es la expresión última de un sistema psicopático, falto de empatía y significado. 

Confunde el fin [el beneficio social por el que fue creado] con el medio [el beneficio económico], y mide su eficiencia en números, en lugar de su impacto sobre el entorno social sobre el que se asienta y del cual se aprovecha.


Os creéis importantes porque os sentís iniciados en los secretos de un mundo que no es accesible para el común de los mortales. Pero al final, como ha dicho de ese tipo, sois intercambiables y prescindibles, son los cálculos los que mandan, el factor humano es cada vez menos relevante. Sois menos que un alogaritmo.
Así como el panadero vuelve sucio de harina a casa, el financiero se lleva a casa los bonuses. El panadero se limpia, el financiero se compra un Porsche.
A veces se estrella...

lunes, 19 de marzo de 2012

disparos de inteligencia política




La mayor contribución española al lenguaje político estadounidense del siglo XXI, es como no podía ser de otra forma: cojones. Por mucho Instituto Cervantes que tengamos, la más influyente es lógicamente el atributo masculino por excelencia. 
Pero así es. En el lenguaje político de los Estados Unidos hay una palabra española que es utilizada al más alto nivel.  Empezó con John F. Kennedy, que ya escribió en 1961 que "en el Departamento de Estado hay mucho cerebro y pocos cojones, y en el Departamento de Defensa muchos cojones y poco cerebro". Toda una clasificación de los estamentos político y militar, respectivamente. Siguió Madeleine Albright, secretaria de Estado, que afirmó en 1996, cuando el régimen de Fidel Castro derribó dos avionetas del grupo anticomunista 'Hermanos al Rescate': "Esto no es cojones, es cobardía". La declaración fue calificada por el jefe de Albright, Bill Clinton, como "la frase más efectiva de la política exterior de la Administración".
Más recientemente, en octubre de 2004, el venerable semanario británico 'The Economist' afirmaba en primera página que George W. Bush "no cojones". Y ahora, con respecto a las declaraciones de Rick Santorum sobre el español en Puerto Rico, el humorista Steven Colbert ha declarado: "Hacen falta cojones para ir a Puerto Rico y decirles que dejen de decir cojones". Seguramente los yankis dirán "cohones",  tienen ídem, que nuestras aportación a la palabrería política, sea algo que utilizan mucho nuestros representantes al dirigir (sic) nuestras vidas.

martes, 13 de marzo de 2012

las reuniones y estar en grupo rebajan el nivel intelectual



Hay ocasiones en que he salido -muy pocas- a comer con varias personas y he notado que me he sentido estúpida durante toda la comida. Las reuniones generalmente me dejan en estado catatónico, nunca se resuelve casi nada y cuanto más duran, menos eficaces son. Hasta ahora, todo esto eran meras especulaciones mías, pero resulta que tienen base científica.
Los investigadores de un Instituto de Virginia, han demostrado que somos menos inteligentes en grupo que por nuestra propia cuenta.  
Sucede además, que cuando estamos con otros a los que consideramos más listos que nosotros, respondemos volviéndonos más estúpidos de lo que somos habitualmente.
En el estudio reunieron a unos grupos de estudiantes con un CI medio y descubrieron que en grupo, respondían mucho peor que cuando el test se les hacía a solas.
Lo más estupendo y alentador sin duda, es el resultado sobre las reuniones en general. Varios hombres de negocios  declaraban que las reuniones les volvían más estúpidos y los investigadores han confirmado el hecho.
Sin duda es un hecho también científico que el aburrimiento reduce el CI y doy fe, que siempre que he asistido a una reunión larga y aburrida, me quedo tan atontada que entro en estado casi de inoperancia.
También he encontrado en internet, que los perros que se aburren se muerden más su propio cuerpo o se lamen sin parar. Lo que resulta bastante bajo intelectualmente, aún cuando se trate de un perro.
Y ya metidos en harina, el estar muchas horas sentados con las piernas cruzadas, esperando el próximo descanso para acceder al WC, hace que el cerebro pierda la información. Por no hablar del horrible "power point" que produce un aburrimiento sólo superior a los debates televisivos de cualquier especie. 
Todos estos hechos que son lo normal en las reuniones, y por el desánimo que pueden producirte ciertas personas con obviedades varias, deberían llevar a las empresas a obligar a las personas a trabajar más solas.
Cuando hay que hacer las cosas, lo mejor es dejar de analizarlas, sentarte en tu mesa, valorar el problema con información, que está al alcance de cualquiera con teclado y cabeza, agachar la cabeza y ponerte a trabajar.
Lo demás ya vemos a qué nos lleva: reuniones sin parar de políticos, parlamentos, grupos económicos y cumbres para encontrarnos con una crisis que cada vez se hace más profunda. 
Por otro lado, la mayoría de los grupos nos enseñan que su cabeza no está precisamente en su mayor actividad intelectual al estar juntos, para ello véase los monos, hooligans, fans, militantes o todo tipo de reuniones de reuniones de vecinos de una comunidad.
Cualquier reunión de grupo hace que sienta la necesidad de enfriarme la cabeza.

sábado, 10 de marzo de 2012

el tedio como manipulación



Cada día es más difícil pensar sin estar manipulado por los medios que retransmiten una y otra vez las consignas, que los políticos repiten con un desasosegante falta de concepto y de mínima inteligencia. No existen sino arengas de un bando y otro, que nos afectan a todos, para que aburridos, no prestamos la menor atención. Hay que enterarse algo más allá de lo que nos dicen. Hay que descubrir que nunca se repitió tanto las palabras: democracia o constitución y jamás estuvieron tan sometidas a los latigazos de los estrictos gobernantes que dirigen la casa tomada (parlamento)
Foster Wallace escritor que aburrido dejó este mundo, en un libro publicado después de su muerte escribía este párrafo:
Es fácil mover a las masas en una dirección u otra si a la hora de suministrarle información se hace en forma tediosa o por el contrario, se le ofrece como entretenimiento. Cuánto más importante sea para la gente un asunto, más tediosa será la forma de presentarlo. Y a través de la distracción o la diversión se le engañará, se le narcotizará o se le hará tragar los sapos que hagan falta. Y por otro lado, aunque con ambas fórmulas el dolor profundo sigue estando presente, los intereses de unos pocos se seguirán moviendo a su favor. Desde luego, pienso leerme este libro. Da miedo, pero es real.Lo que sorprende al narrador, lo que incita su reflexión es, sin embargo, algo distinto: el uso del tedio y de la indiferencia como arma de control político.
"Todo es de dominio público. Pero ahí está la cosa. Hay muy pocos que hayan oído hablar de todo esto, ni ahora ni en su momento (...) Nadie prestará atención porque a nadie le interesará, debido, más o menos a priori, al tedio monumental de estas cuestiones (...) Por qué nos apartamos instintivamente de lo aburrido. Tal vez sea porque el aburrimiento es intrínsecamente doloroso. Pero puede que haya más. Puede que el aburrimiento esté asociado con el dolor psíquico porque algo que resulta aburrido u opaco no consigue suministrar bastante estímulo como para distraer a la gente de otra clase más profunda de dolor que está siempre presente (...) Y, sin embargo, yo sospecho que hay algo más..., muchísimo más, delante de nuestras mismas narices, oculto precisamente por el hecho de ser tan grande.".
O sea, que no hay tedio inocente. Y quizá ni del todo nuestro.

domingo, 4 de marzo de 2012

reyes de ahora mismo



Hace muchos años una profesora de historia que nos enseñaba sobre la Edad Media y el Renacimiento, dijo en clase algo que no olvido: "Normalmente cuando los reyes eran fuertes, la nobleza era débil y los ciudadanos salían beneficiados. Por el contrario, cuando el monarca era manejable, la corte y nobleza tenían mucho poder y la sociedad se empobrecía". El razonamiento que hacía la profesora es que al rey le interesaba beneficiar al pueblo para ser querido y que éste no se subleve mientras que la nobleza buscaba manipular al monarca para enriquecerse.


Las similitudes de esa monarquía totalitaria con nuestra democracia actual son muchas. La nueva monarquía se corresponde con el gobierno elegido en las urnas y la nueva nobleza son los políticos, banqueros, medios de comunicación, sindicatos, empresarios y otros grupos de presión. Estos últimos, al igual que la antigua nobleza, buscan influir en la regulación economica para mantener o mejorar su bienestar a costa de reducir los derechos y libertades económicas de la mayoría. 


Y he aquí el rey de este siglo, el auténtico que reina sobre todos nosotros.