miércoles, 21 de enero de 2009

hablando a la liebre


Siempre he vivido con el pie cambiado. A destiempo. En pleno yuppismo, no aguantaba los ejecutivos y ejecutivas stresados. Luego llegó la fascinación por los ricos y famosos. Todo el mundo era work-alcoholic, estaban permanentemente haciendo cosas. Cómo la acción es lo contrario del pensamiento, ya se ha visto lo que esas huidas hacía adelante de los financieros, directivos y políticos, dónde nos han llevado. Uno de nuestros emblemáticos banqueros va ha tener que dejar de moverse. Pasar desapercibido.
El arte era reflejo de todo ello, me preocupaba y contaba cómo las trilaterales de la pasta se habían pasado al gusto. Hablaba de los mecanismos del mercado, y de cómo todo giraba alrededor de unos cuantos (no más de 500 en todo el mundo).
Me interesaba más el contexto que el texto. Las palabras las dejaba para los artistas conceptuales. Los teóricos-críticos-concienciados-bienalistas me interesaban menos.
Otro sí, se veía la especulación, la avaricia, el timo, y que la gran mayoría quería estudiar bussines, para imitar esos referentes. No creía a ninguno de los ídolos del momento. Sabía, que no conocían la letra, sólo la música. Y que en su mayoría tocaban de oído. Ésta postura mía de no creer y halagar a los “expertos”, así cómo el prevenir la crisis, me costaron muchos disgustos. Me daba igual, soy una kamikaze.
Ahora, todos dicen que otro mundo es posible. Miedo me da que se ponga los mismos de acuerdo. Las mujeres repetían esquemas de ambición y eran muy trepas encima de sus zapatos Lauboutin. Se morían por vestirse de Prada, y claro a cambio tenían que ser astutas, interesadas y déspotas con sus asistentes. La presencia de una mujer en medio de un grupo de hombres es fundamental. Es un factor que cambia completamente la ecuación. Algunas de ellas ha llegado más lejos que ninguno de sus compañeros, han sido más osadas en su lenguaje, más trepas, más despiadadas, más y más, incluso menos.
Desde que Beuys habló a la liebre, On Kawara artista conceptual japonés, hbla sin decir casi nada, desde 1966 realiza diariamente pinturas de fondos monocromos con la fecha en blanco encima, todos los cuadros son realizados con la misma metodología que involucra múltiples capas de pintura y un obsesivo cuidado del detalle. Igualito que los políticos.
Se ha convertido todo en un callejón de frases y hechos repetidos, plagiados, transformados, un túnel de entrada, oscuro y del que no se conoce otra cosa que la entrada. Lo mismo sucede con la transparencia, que acontece sólo cuando lo superficial coincide con lo profundo (Azúa)
No participé de aquello, no he participado en la carrera de las mujeres en el poder, y estoy viéndolas venir, tranquila, retirada, arruinada; pero viva. Cocino, leo y apenas hago algún trabajillo de supervivencia. Total, no tengo herederos. Así, que dejo organicen el mundo quienes lo han jodido. Bailo la danza del vivir sin consumirme. Una especie de vida lenta con paseos y pensamientos largos. La vida enseña mucho. Soy hija única y juego sóla.
Éste blog sé que hay quién lo lee, pero no es un espejo. No tengo quién me escriba o me rebata.

2 comentarios:

NoSurrender dijo...

Dicen que el arte es el reflejo del alma, pero si el alma es una proyección del ser-ahí, el arte es entonces todo el sentido del mundo.

No creo en las liebres muertas, pero sí en los paseos.

marcela dijo...

La liebre lo mejor es déjarla que corra por el campo. Yo prefiero también el paseo. Para pensar es mejor no hacer nada (Hanna Arendt),y sí el arte es proyección del ser.
Un saludo