lunes, 24 de septiembre de 2012

apocalíptica por vocación con vídeo alegórico


Escribía Claudio Magris, en un artículo publicado en 1995, que Apocalipsis en Griego significa revelación, descubrir y poner de manifiesto las cosas escondidas; para nosotros la palabra evoca en cambio imágenes catastróficas de destrucción y ruina, de fin del mundo. Muy lejos del sentido catastrófico con el que habitualmente se emplea, el apocalipsis al que Magris alude en la primer parte de la cita, el de la revelación, es el que este sábado desembarcó oficialmente en nuestro país, aunque ya llevaba meses, diría años, entre nosotros.
Una vez este particular apocalipsis, que sobrevuela nuestras cabezas, acelera la Historia, las imágenes se llenan de simbolismo y se transforman en metáforas vivas. Y valga como ejemplo de esto que les digo que, mientras los empresarios más laboriosos y modestos siguen inmersos en su particular agonía, Su Majestad el Rey ha vuelto por donde solía, para tranquilidad de la fauna de Botsuana, llevándose consigo a hacer las Américas a los jerifaltes de las grandes empresas como si éstas representaran en exclusiva la economía de España.

El rescate de los bancos como preludio
El primer fogonazo realmente serio de esta luz reveladora ha sido el reciente rescate bancario. Durante días, la opinión pública ha contenido el aliento mientras contemplaba estupefacta los atolondrados esfuerzos de nuestra clase política por transformar el rescate del sector bancario en una intervención, en apariencia, benigna que, se supone, habrá de evitar males mayores. Todo un éxito que vender a los votantes más ilusos si no fuera porque la recapitalización del sistema financiero con dinero prestado es una imposición que viene de fuera. Y ello, obviamente, no puede ser motivo de orgullo sino más bien de vergüenza, máxime cuando el origen del problema está, primero, en la corrupción y la desidia y, después, en la desvergüenza de fusionar cajas de ahorro quebradas siguiendo criterios exclusivamente políticos. Lo cual ha dado lugar a entidades sistémicas que Europa no podía dejar al albur del destino y, menos aún, sin pagar sus cuantiosas deudas.
100.000 millones de euros puede costarnos la broma. 
Para que luego los acólitos y patriotas de opereta endosen a Alemania en exclusiva el papel de villana. Cosas de tener el rostro más duro que el granito. Eso sí, buenas noticias para la Casta. En las cajas quedan ocultos y a salvo del escrutinio público los inconfesables secretos de años de trapacerías de partidos políticos, empresarios y sindicatos: la flor y nata de esta España política que no llega ni al esperpento.
En resumen, lo que el apocalipsis delata, además de una lista casi infinita de despropósitos y afrentas y, sobre todo, una corrupción galopante, es que nuestro modelo político ha pulverizado todos los récord de ineficiencia. Lo cual debería forzar el inicio, no ya de una nueva Transición, sino de un cambio apoteósico de este Estado que linda peligrosamente la definición de fallido. 
Una transformación que sólo será posible cuando cada uno de los ciudadanos, libre por fin de ataduras, asuma el peso de su propia existencia, cuando los medios de información y sus periodistas dejen de repetir las consignas que emanan de este sistema corrupto y cuando los actuales políticos entiendan que, tras este desastre sin paliativos, y después de hacernos soportar tanta vergüenza y miseria, su tiempo ha concluido. Entretanto, habrá que aguantar y estar atentos a las nuevas revelaciones que, a buen seguro, nos va a regalar el futuro inmediato. Después de todo, el apocalipsis puede terminar siendo nuestro mejor aliado. Así de inquietantes están las cosas.
( Javier Benegas)

(El video es una alegoría sobre el crecimiento de la crisis y de la deuda, con el príncipe (Rajoy) que se convierte en rana. Es una apreciación conceptual sobre el tema que copio y pego arriba.
Si necesitáis más claves, pensad por vosotros mismos. Nunca estará escrito en un medio de comunicación. (la idiota)La fotografía la saqué ayer por la noche en mi barrio. Es la llamada "una habitación con vistas"


domingo, 9 de septiembre de 2012

el cerdo que sabía latín



1) pienso, luego existo
2) recuerda que morirás
3) persona no grata
4) argumento al hombre
5) vive el momento
6) todos para uno
7) por el camino más difícil, hacia las estrellas
8) es una expresión latina que significa «dios surgido de la máquina» alguien que viene a resolver una situación y que surge de la nada.

(gracias wikipedia, perdón expertos en latín)

Acerca del cerdo. Hay que tener en cuenta que desde Orwell, sabemos que el cerdo es el animal más imteligente de la granja, y lo que no se entiende, es que siendo dentro de nuestra alimentación un animal del que todo se aprovecha, hayamos convertido su nombre en un insulto que se limita a poner en duda la higiene. Cerdos-no animales- hay muchos, generalmente huelen bien y acaban siendo los demonios de la granja. Es decir los dueños del corral.