miércoles, 24 de septiembre de 2014

goobye capitalismo, goobye: llega el procomún colaborativo




Hay que aprenderse una nueva palabra que es el futuro compartido: el procomún colaborativo. Es un nuevo sistema que está apareciendo que prospera al lado del convencional y va a transformar y  reducir las diferencias, democratizando la economía.
Rifkin ha escrito un libro que es tan optimista que parece hasta imposible, pero que si analizas lo que dice puede que este señor con pensamiento de vanguardia tenga toda la razón.
Según Rifkin en el 2050 será el momento de decir “goobye capitalismo, goobye”.
En la sociedad que dibuja Rifkin, los niños de dentro de diez años utilizarán impresoras 3D y se convertirán en “prosumidores”, gente que produce y consume sus propias cosas, poniendo en peligro las viejas industrias manufactureras. “En Chicago se acaba de imprimir el primer coche. Se llama Strati y sólo el chasis se ha hecho de manera convencional”, entusiasmado.
Las casas estarán conectadas a redes y sensores inteligentes que darán todo tipo de información sobre consumo, temperatura, etc. Según Rifkin, se calcula que habrá 100.000 millones de sensores en 2020. Muchos de ellos estarán conectados a autopistas inteligentes, donde habrá que recargar los coches eléctricos. O a redes de información pública donde se dará cuenta de los gastos presupuestarios y las cuentas de nuestras instituciones.
Será una era de gran transparencia dominada por lo que Rifkin llama el "Internet de las cosas". Y todo se alimentará con energía verde. “El watio solar costaba entre 65-70 dólares en los años 70. Ahora cuesta 60 céntimos (menos en España, que tienen que pagar nóminas a políticos que les). El sol, el viento y la energía geotérmica no pasan factura”.
El mundo más avanzado cada vez más participa en la economía colaborativa basada en compartir. Se comparten los vehículos, las casas que pese a las quejas de los hosteleros aumentan de manera exponencial. La música ya no hay que comprarla y almacenarla se escucha en las redes, las películas por mucho que se quejen los acostumbrados a las subvenciones también se ven con facilidad. Empresas y particulares imprimen sus productos en impresoras 3D cada día más baratas con software gratuita y reciclando papel plástico y otros materiales con coste marginal cercano a cero.
Se transportara en vehículos sin conductor o con pilas de combustible recargable de energía renovable.
Los periódicos y revistas se pueden leer gratis, y la información se comparte en las redes añadiendo contenidos y libertad.
nunca previeron una revolución tecnológica que pudiera dar lugar a una productividad extrema y redujera los costes marginales casi a cero, consiguiendo así que la información, la energía y muchos bienes y servicios físicos dejaran el mercado y fueran abundantes y casi gratuitos. Y eso es lo que está empezando a suceder. El fenómeno del coste marginal casi nulo ha causado estragos en los sectores dedicados a los bienes de información, porque millones de consumidores se han convertido en prosumidores y han empezado a producir y compartir su propia música mediante servicios para intercambiar archivos, sus propios vídeos en YouTube, su propio saber en Wikipedia, sus propias noticias en redes sociales e incluso sus propios libros electrónicos gratuitos en Internet. El coste marginal cero ha llevado el sector discográfico al borde del desastre, ha hecho que las industrias del cine y la televisión se tambalearan, ha provocado el cierre de periódicos y revistas y ha paralizado el mercado editorial.
Los economistas reconocen el fuerte impacto que ha tenido el coste marginal cero en los sectores de la información, pero hasta hace poco no creían que se llegara a cruzar la frontera entre el mundo virtual y la economía de la energía y los bienes y servicios físicos. Esa frontera ya se ha cruzado.
Internet de la energía y al Internet del transporte y la logística. Los prosumidores se podrán conectar al Internet de las cosas y analizar esos grandes datos (en inglés, big data) para crear algoritmos predictivos con los que acelerar la eficiencia, aumentar de una manera drástica la productividad y reducir a casi cero el coste marginal de producir y distribuir objetos físicos, igual que hacen hoy los prosumidores con bienes de información.
Los jóvenes han acostumbrado a compartir. No buscan tener un coche, sino poder moverse de un sitio a otro. Les gusta viajar, pero no necesitan grandes hoteles, sino sitios baratos donde quedarse. Escuchan música, pero no necesitan ninguna estantería llena de discos. Y los jóvenes son el futuro, si algo estás acostumbrado a compartir no necesitas comprarlo.
También se mencionó a los malos, a los que pueden poner obstáculos en el camino: las grandes corporaciones. ¿Qué hay de Facebook o de Google, que tienen paquetes de información sobre todos nosotros y sacan dinero con ellos? ¿Y las grandes eléctricas? ¿Dejarán que pequeñas cooperativas les coman el pastel de las renovables? “Igual que en el siglo XIX los obreros se movilizaron contra los grandes capitalistas que los depauperaron, estoy seguro de que miles de millones de personas no se van a dejar doblegar por las grandes corporaciones".
Tengo un día optimista porque lo que cuenta lo estamos viviendo. Y por cierto los planos del Strati se pueden bajar gratis y hacerlo si tienes la impresora. Pero seguro que terminamos compartiéndolas.
Sería la jubilación de un sistema capitalista que, según Sigmund Freud, basa su éxito en que supo tocar la tecla del deseo en el ser humano, la del consumo insaciable de querer más y más. “Freud necesitaba un buen terapeuta”, sentencia Rifkin, “pero no había otro tan bueno como él”.
Y deja unas perlas para Rajoy “Si el Gobierno español quisiera, mañana mismo se empezarían a crear puestos de trabajo. Hace falta rehabilitar los edificios para que creen energía verde, para que sean eficientes energéticamente. Hay que cambiar los cableados, tienen que renovarse las autopistas y prepararlas para el coche eléctrico, habrá que poner millones de sensores, zonas donde cargar los coches, etc. Para hacer la transición a la nueva economía se necesitarán 40 años, eso son dos generaciones. Es mentira decir que no hay dinero, hay inversores privados, hay fondos de la UE, inversiones que puede realizar el Gobierno en lugar de seguir subvencionando las energía fósiles. Si Nord Pas de Calais, que es una región pobre del norte de Francia puede hacerlo, España también puede. Allí hay grandes empresas como Schneider o Renault, que están trabajando con pequeños empresarios de la zona”. Pero claro, para todo eso hace falta un contexto: “Tiene que haber capacidad de liderazgo en política. Y una sociedad civil que esté muy activa”.
(foto del coche hecho con impresora 3D)


jueves, 18 de septiembre de 2014

Una sociedad de locos, ansiosos y depresivos.



Todo indica que en Occidente la locura empezó a considerarse una enfermedad contagiosa, y hasta una epidemia, en el Renacimiento.
McLuhan decía que el Renacimiento produjo un gran dolor cultural, pues supuso el hundimiento del sistema feudal y medieval, en beneficio de los burgos y los burgueses, que trajeron consigo la imprenta.
Pues bien, esas ciudades gobernadas en buena medida por los burgueses se llenaron de locos y hubo que internarlos. ¿Dónde? En las antiguas leproserías que habían quedado vacías desde que la lepra empezó a remitir tras la última cruzada, como explica Foucault en Historia de la locura.
El Romanticismo también produjo un gran dolor cultural. De hecho se trata de un movimiento presidido por el dolor cultural y social, que dará origen a no pocas revoluciones. A través del Romanticismo, Europa se preparó para la Obra en Rojo de sus inmensas guerras civiles.
Con el Romanticismo la locura volvió a parecer una epidemia, como era una epidemia la tuberculosis. Y llegamos a los siglos XX y XXI, para comprobar que casi toda la población tiene problemas vinculados a la salud mental: ansiedad, depresión, estrés, apatía, hiperactividad, angustia, desesperación... Si no fuera por la farmacopea tendríamos a más de la mitad de la población en los manicomios.
¿Somos la cultura de la ansiedad y la depresión?
Da la impresión de que sí. Y además desde hace tiempo. Sería conveniente detenerse a pensar por qué nuestra propia cultura nos deprime por un lado, y por otro nos llena de ansiedad. ¿Qué mecanismo venenoso está como imbricado en el sistema generando desdicha desde su mismo centro?
...
(Jesús Ferrero)


miércoles, 10 de septiembre de 2014

El terror del aquel 11 de setiembre




"El terrorismo es una cosa de este mundo, y sus causas, efectos y consecuencias deben ser entendidos dentro de un contexto histórico y político", recalcó Andreas Behnke, profesor de la Universidad de Reading, en un intento por contrarrestar la despolitización del fenómeno y la invocación de una metafísica del bien y del mal para explicarlo.
Aquel día no se nos olvidará nunca. Mi madre gravísima en el hospital, la televisión retransmite unas imágenes que vi como una publicidad de la película típica de catástrofes. El móvil que suena, una amiga que ya no es. Pregunta
¿lo estas viendo? Yo: si, qué pasa...

Era el 11 de Setiembre de 2001.Lo luminoso del verano y se volvió más oscuro  que el otoño anunciado. El día se repetía una y otra vez, incluso por la noche.

(fotografía Hiroshi Sugimoto)

martes, 9 de septiembre de 2014

amantes muy vengativas



Mantengo la teoría que las amantes abandonadas que cuentan su pasado, lo hacen con lo que vieron y tenían más a mano- incluso un poco exagerado-, para ser inmediatamente  dilapidadas en la pira de la moral; que defiende la infidelidad, pero no la autobiografía.
Algunas no lo cuentan: se suicidan.

Viene esto al caso, porque resulta que a los Pujol padre e hijo, parece que les han denunciado unas amantes muy chivatas. Y en lugar de agradecerles los favores prestados por sacar de la impunidad a unos autócratas envueltos en la bandera nacionalista-ética, se les cuestiona diciendo que es sed de venganza lo que les lleva a contar las bolsas repletas de millones, que les vieron a sus amantes. El padre además de feo, era infiel. Y sermoneador de la ética. Además, lo que cuentan es verdad pura virgen.

La periodista Valérie Trierweiler, ha revolucionado la vida política gala publicando un libro demoledor para la ya dañada imagen del jefe del Estado, cuyo apoyo popular era ayer del 13%, según un sondeo de los periódicos.

No son las primeras, pero en el caso de la exnovia de Hollande, ha sido sometida casi al tratamiento de María Antonieta depués de decir "si el pueblo no tiene pan, que coma croissants".Todos los medios hicieron bromas, cuando fue hospitalizada después de enterarse de las andanzas motorizadas de su novio, llamándola histérica.Dicen que caía mal, pero ella no parece que recortaba los salarios, ni hacía bromas sobre dientes.

La novia - que en el colmo de la gracia, le pone los cuernos con otra, sin ni siquiera estar casados- ha escrito un irónico y periodístico libro titulado "Gracias por este momento". La república ha temblado. Pero desde luego Hollande se lo merece.“Se presenta como un hombre al que no le gustan los ricos”, ha escrito Trierweiler en el pasaje quizá más devastador del texto: “En realidad, no le gustan los pobres. Él, hombre de izquierdas, les llama en privado 'los desdentados', muy orgulloso de su broma”. Ella le conoció a lo largo de nueve años, de cerca. Incluso puede que caiga muy mal- se reían cuando fue hospitalizada después de enterarse de las andanzas motorizadas de su compañero.

Un Presidente de la "Grandeur" que sale en moto, con casco, a yacer con una actriz se merece eso y más. Ya su deriva de gobierno demostraba que muy dedicado a gobernar no estaba. Llegó mintiendo, recortó y recortó, hasta que cabreó a Francia entera menos ese13% que seguían creyendo en ese señor de gafitas con pinta de seminarista que además en el lecho post-coital le dice a la escribidora que los pobres son unos desdentados.Por cierto, ! vaya carrera de los últimos cinco presidentes de la France!

Siempre he mantenido que los crímenes del corazón se ven con cierta lasitud. El ser infiel se confunde con "se fue porque se enamoró". Te echan del trabajo y todo el mundo te da el pésame. Ahora bien te abandona un infiel y el personal mira como diciendo "algo habrá hecho".

Lamentablemente yo creo que Hollande es un necio-político de carrera, que lo único que le importa es el poder y tener varias mujeres pendiente del ídem, porque él no da ni para una señora.Ya abandonó - o quizás fue ella- a la madre de sus cuatro hijos y ahora la ha regalado el Ministerio de Ecología; desde luego él no lo es.

Así que en verdad en verdad os digo, que si no fuesen por los libros de biografías de personas que se han sentido timadas, nunca ningún poderoso tendría otra cosa que la hagiografía escrita por él (negro), o una biografía pagada.

Y vayan a las librería y vean la cantidad de libros que cuentan la historia desde la barrera de los cornudos políticos. Personas que creyeron en ellos, les votaron para luego vivir lo su traición al llegar al poder. Lo personal es político.Desde luego yo me fio muy poco de los que engañan de puertas para dentro.  Amén.

Vivimos tiempos en que es mucho menos importante una traición personal que cualquier otra.