Chen Xiao diseñadora china vivió en sus carnes la crisis, y se inventó algo.
Ahora se dedica, con 26 años, a vender su tiempo en Internet para realizar los trabajos más diversos. Y a precio de crisis: ocho yuanes (9 céntimos de euro) por ocho minutos; 20 yuanes (2,30 euros) por una hora; y 100 yuanes (11 euros) por todo el día.
"Sobre todo llevar cosas, ayudar a la gente a ir de compras y pequeños recados. Así que me pregunté ¿y si empiezo a cobrar por estos?El nuevo servicio parece que está funcionando. "Recibo unos diez encargos a la semana en mi buzón y con ellos gano unos 3.000 yuanes (340 euros) al mes. Para mi es una seguridad y no necesito mucho más", asegura.
También le toca hacer colas en trámites con la Administración o hacer fotos de pisos en alquiler para un cliente potencial con poco tiempo y que la utiliza como primer filtro. "Uno de los servicios más raros que he tenido que hacer es llorar durante una hora y media para un fotógrafo. Me puse a pensar cosas tristes y cuando saltaron las lágrimas el fotógrafo empezó a disparar", recuerda. Tampoco faltan quienes pretenden llegar más lejos. "Un hombre me ofreció 10.000 yuanes (1.130 euros) por una noche, pero en la web queda claro que no hago ese tipo de servicios", zanja.
Tiene clavada la espinita de no haber podido cumplir su sueño de ser diseñadora de moda. "En China el mercado no busca diseñadores sino gente que copie diseños", se lamenta. Y continúa: "durante muchos años trabajé muy duro pero no he conseguido nada.
De momento, mientras haya demanda, seguirá ofreciendo sus servicios como vendedora de tiempo. "Soy muy feliz así", concluye antes de despedirse.
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