“No coma nada que su bisabuela no reconocería como comida”. Con esta contundente frase podría resumirse el libro de Michael Pollan, El detective en el supermercado, un manual que no pretende ofrecer pautas a los lectores a la hora de comer. Su única pretensión es mostrar los peligros de una dieta basada en las premisas de la ciencia y los fabricantes de alimentos.No sé si se dan cuenta que la moda de los omegas, nutrientes,fito-loquesea, calcio enriquecido, cosas para acabar con los radicales- libres (que ya es mala baba, cargarse algo que es libre), nos lleva a pagar más del doble por lo sencillo.
Según éste profesor que escribe en el New York Times, toda la publicidad va encaminada a que consumamos cosas que no sólo no son necesarias sino que resultan nocivas. Y efectivamente nunca ha habido tantas alergías, tantas enfermedades raras,.Con tanto cuidado nos morimos de sanos.
Es el caso de la margarina nacida en el siglo XIX como sustituto de la mantequilla a partir de los años 50 se hizo saber al mundo que era mucho mejor. Y todo porque se le habían quitado los nutrientes malos (colesterol y grasas saturadas) y se le habían añadido los buenos (grasas poliinsaturadas y vitaminas). Pero curiosamente y pese a sus supuestas bondades toda la comunidad científica actual ha aceptado que “su ingrediente principal podría ser causa de infartos y cáncer” Y así los alimentos son desnaturalizados, enriquecidos, batidos, deshidratados, confiscados y listos para un uso más caro e innecesario. Todo es light y lo único que tenemos claro es que la única manera de no engordar es comer una ensaladita y un yogourth, de esa manera claro que no se engorda, mucho menos si hacemos dieta total. Volver a los alimentos conocidos, no hacer caso de si un año el tomate es cancerígeno y al año siguiente supersano. Sólo es cuestión de publicidad y de lo abundante o escasa que haya sido la cosecha que tienen que colocar. No consuman alimentos más que los de toda la vida, vivirán mejor y se ahorrarán enfermedades, carencias y dinero mucho dinero.
(Foto Darzaq)
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