jueves, 2 de abril de 2009

dirán que el fracaso es un éxito

Hoy en lugar de hablarles de los incompetentes que salvan el mundo en siete horas, después que ellos mismo lo han estropeado en décadas, les voy contar cosas de personas interesantes e inteligentes, y una de ellas es la doctora Pamela Hurtingan, que dirige el centro de emprendedores sociales de la Universidad de Oxford, y que explica algunas cosas que sabemos pero no hacemos.
Su mantra: Si buscas una gran ocasión, busca un gran problema.
Pamela da la vuelta al sentido común de escuela de negocios: el éxito de la empresa y del directivo sólo se mide por el dinero que gana. Hoy los emprendedores de Esade-Obra Social de La Caixa y los de Oxford y Columbia coinciden con la profesora Hartigan en que el sueldo se cobra en satisfacción personal y que el dinero es sólo un medio para ser útil a los demás, el verdadero camino para obtenerla. Con esa lógica, la avaricia (el greed que estos días se reprocha a los banqueros ineptos) es mera estupidez y el conformismo se convierte en vergonzosa traición a uno mismo. Pamela, el doctor V o Furuno demuestran que una empresa puede y debe servir para mucho más que para ganar dinero.
Tal vez tenga sentido, pero no común. "Mis mejores alumnos de la Columbia Business School y Oxford lo tienen: no quieren malgastar sus vidas intentado acumular bonus en una consultoría o en cualquier banco de inversión..."
El mundo lo cambiarán personas cómo esta no los sonrientes del G-20.
Por cierto se acuerdan de cuando jugábamos a los barcos: "G-20, tocado, hundido". Pues eso.

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