Pues bien, en apenas un lustro inmobiliarios españoles han echado abajo cientos de años de desarrollo de pensamiento racional. 'Ya estemos despiertos o ya estemos dormidos, no debemos dejarnos persuadir nunca si no es por la evidencia de nuestra razón', dice Descartes en su Discurso del Método. En lugar de atender a mandatos de la razón, a estrategias empresariales, a sesudos análisis financieros y corporativos, estos empresarios parecen haberse dejado guiar más bien por pasiones a la hora de decidir llevar a cabo operaciones que están derivando en suspensiones de pagos, cientos de miles de parados y deudas de miles de millones de euros.Decía Baruch Spinoza, otro pensador del siglo XVII, que el alma 'está sujeta a tantas más pasiones cuantas más ideas inadecuadas tiene'. Cuando la familia Sanahuja decide, en 2006, volcarse en la adquisición de Metrovacesa, lo hace guiada por el objetivo de desbancar a Joaquín Rivero de la presidencia de la primera inmobiliaria española. Sanahuja y Rivero mantuvieron una lucha irracional por el control de la empresa que les llevó a lanzar ofertas que, a fecha de hoy, casi triplican el valor de cotización de Metrovacesa.
Acaberemos viendo todas las irracionalidades made in spain. Los 15.000 millones que prestó el botín-banco a entracanales para hacerse con Endesa, el caso del señor de Murcia que va a conseguir que le paguen los que le ayudaron a meter la pata. (Gobierno que mete mano en nuestros bolsillos)
Si Galileo fue condenado a la hoguera, Spinoza no se atrevía a salir de casa y Descartes pretendía pasar muy desapercibido, ¿porqué éstos sabios estaban en todos los saraos?.
Simplemente porque no saben lo que es la razón, ni la esperan.
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