Idiota derivada del griego ἰδιώτης, idiōtēs (persona que carece de capacidad profesional, "un ciudadano privado y egoísta que no se preocupaba de los asuntos públicos)
jueves, 13 de noviembre de 2008
tirarse al barro
El poder político siempre ha necesitado dejar para la posteridad una imagen y, por supuesto, fijar en el presente un discurso propagandístico que permita, más que nada, que no pase nada de nada. Cada régimen ha buscado lo que necesitaba en el inmenso dominio de aquellos que estaban dispuestos a medrar que son, no nos engañemos, la mayoría.
La ocasión ya no la pintan calva sino rubicunda y rechoncha, a la manera de los angelotes. Si se necesita modernizar una capilla hay tenemos a Barceló peleándose a puñetazos con el barro, si hay que reabrir el Casón tras una era glacial nadie puede poner en duda que el performance tiene que ser de este sujeto aunque la cosa consista, de nuevo, en embarrarse. Pero sobre todo, si necesitamos acondicionar la cúpula de la bendita alianza de las civilizaciones es urgente que Barceló deje todo para sacarnos de tamaño aprieto.
Tiene que ir, a bombo y platillo, a la Bienal de Venecia y sus obras servirían para escapar del horror al vacío en la de Sao Paulo. Se prepara, con tenacidad, su ingreso en las sacrosantas salas del Prado porque no podemos permitirnos el lujo de dejar pasar ni un día del año sin celebrar homenajes a este santo y seña del Arte con mayúsculas.
Tengo la impresión de que nos encontramos ante una nueva manifestación del cuento del «traje invisible» del emperador. Lo malo no es que Barceló perpetre sus obras; la culpa no es suya: hace lo que puede. El desastre y el ridículo lo consuman los políticos y sus palmeros, esos mismos defensores de las buenas prácticas que finalmente sancionan las malas artes.
Esa especie de neo-cueva del Drach que ha montado Barceló en Ginebra puede ser el signo de una regresión prehistórica. En pleno siglo XXI, abismados en la crisis, recurrimos a las estalactitas multicolores para sacar pecho diplomáticamente. No me ha sorprendido que se tirara de fondos de ayuda al Tercer Mundo. Nuestro Estado Cultural está así: cavernícola, cortesano, embarrado.(Fernando Castro-Flores)
Total 20 millones de euros que pagamos todos incluso los parados.!!FUERTE!!!
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