Queda declarada la obamamanía. Mañana, si al país más tecnológico del mundo no se le avería la maquinaria, tendremos un presidente negro-claro. La influencia de Ámerica es tanta, que será también nuestro. Lo hará suyo también, la descafeinada izquierda española.
Un gran país Ámerica, sus enemigos son los mios: nazismo, fascismo, fundamentalismo, caudillos caribeños y otros así.
Lástima que de vez en cuando tenga un presidente cómo Bush. Sin embargo, lo admirable de ese país es que sus ciudadanos no hayan tenido que emigrar jamás por motivos económicos, ni exiliarse por motivos políticos. Siendo que las diferencias económicas son grandes, desde artistas a obreros todos se miran en algún momento de sus vidas en el espejo de ese país.
Superobama es un inquilino histórico, preparado, ágil y vestido en tonos grises elegantemente neoyorkinos. !Welcome al último héroe!
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