La cumbre del G-20 no sólo no despejó la niebla sino que cuando acabó el dinosaurio seguía allí, igualito que en el cuento de Monterroso. Ya pueden subir cumbres, y montañas que los descensos se han hecho cada vez más acusados y la confianza está totalmente perdida en unos que se llaman a sí mismos líderes y no han visto nada, pero nada, de lo que se avecinaba, ni sucedía.
En "La Conjura de los necios" John Kennedy Toole escribe:"El optimismo me da náuseas, es perverso...". Además, en un momento determinado alguien informa al Sr. Lévy de que "la media de vida en el barrio, o algo así, es demasiado baja para mantener un mercado grande..." ambigua expresión que encarna lo más despiadado del capitalismo imperante. Todo está escrito.
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