sábado, 8 de noviembre de 2008

tiburoneando


Cuando abro uno de los periódicos digitales hoy, me encuentro con esta composición fotográfica de lo que ha sido la especulación en la construcción. Sin duda la imagen en éste caso sí que vale por mil palabras. Y luego dicen que Damien Hirst no hablaba de la vida a través de su arte. Sus tiburones eran pura videncia, sus precios también. Y ahora comparen las imágenes.
Arriba, el artista retratado con su escualo y abajo una composición nada artística pero explicativa.
No hay nada que me estimule más que a los críticos metiéndose con un punki del arte que se lo ha llevado crudo. Además hay muchas piezas que me entusiasman.

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