Hijo mío, por favor,que es la hora del almuerzo.
Déjame, que levantarme me supone mucho esfuerzo.
Hijo mío, por favor,van a llamarte haragán.
Déjame, mamá, que nunca me ha importado el qué dirán.
Hijo mío, por favor,¿y si tu jefe se enfada?Que no, mamá, déjame,que no me va pasar nada.
Hijo mío, por favor,que ya has dormido en exceso.
Déjame, mamá, que soydiputado del Congreso y si falto a las sesiones ni se advierte ni se nota.
Solamente necesito acudir cuando se vota,que los diputados somos ovejitas de un rebaño
para votar lo que digan y dormir en el escaño.
En serio, mamita mía,yo no sé por qué te inquietas
si por ser culiparlante cobro mi sueldo y mis dietas.
Lo único que preciso,de verdad, mamá, no insistas,es conseguir otra vez
que me pongan en las listas.Hacer la pelota al líder,ser sumiso, ser amable
Y aplaudirle, por supuesto,cuando en la tribuna hable.
Y es que ser parlamentario fatiga mucho y amuerma.Por eso estoy tan molido.
¡Déjame, mamá, que duerma!
Bueno, te dejo, hijo mío.Perdóname, lo lamento.¡
Yo no sabía el estrésque produce el Parlamento!
Escrito por: Fray Junípero (1713 - 1784) Religioso franciscano español.
2 comentarios:
Aunque probablemente no he captado la ironía, el poema parece que no es tan antiguo, sino de un colaborador de Libertad Digital...
http://www.google.es/search?hl=es&q=Fray+Josepho+dejame+dormir
P.e. El congreso existe sólo desde 1834, de acuerdo a http://es.wikipedia.org/wiki/Congreso_de_los_Diputados_de_Espa%C3%B1a
Bueno, a mi me llegó vía mail por una amiga, y sí he visto que tienes razón. Lo del Congreso también lo he visto en la Wiki, y teniendo en cuenta que lo dicen será así.
Laironía va implicita siempre y las meteduras de pata también.
Un abrazo, gracias
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