El jefe del Bear, Alan Schwartz, intentaba localizar por todos los medios a Black para que le ayudase a vender el banco al JPMorgan, única tabla de salvación. Sin embargo, el bueno de Steve estaba de vacaciones, en Anguila, un paraíso fiscal, y ¡se había dejado el móvil en el hotel! Con lo que no pudo atender a su jefe.
Lo que más epata del traspiés no es el descuido de Black, sino su desconexión intergaláctica de la realidad. Cuando he escuchado las valoraciones de Salgado al dato del IPCA esta mañana por la radio y he comprobado el mohín aburrido de los tenderos de mi barrio ante la ausencia casi total de clientes, me he preguntado dónde habrá olvidado Salgado su móvil.
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