lunes, 9 de febrero de 2009

hermano, me das un centavo ?


La frase de la crisis del 29, resuena en Nueva York. La capital del Imperio, en declive. Intensa cómo siempre en arte, fría oscura y vital, en todo lo demás. Obama es rápidamente cuestionado, sobre todo porque ha tocado agua con varios de sus nombramientos. ¿No dicen que manejan información?. Lástima que los intereses se vean tan claros a la hora de nombra, que no se miren, las referencias. Sólo el interés es más ciego que el amor.
Peor todavía que el gobierno del cambio, y de la ética no se fije en las liquidaciones de hacienda de sus futuros miembros. Tocado y esperemos que no hundido, Obama riñe a los grandes ejecutivos financieros,pobres y rídiculos dirigiendo con soberbia sus empresas y hundiéndolas. Convencidos, de que el "put" en el campo era más importante que ver hacia dónde dirigían sus balances.
De este tiempo duro, como bien sugería el artículo de The New York Times, son por encima del todo culpables los políticos; que ahora intentan postularse como salvadores de la patria con el dinero de todos porque no tuvieron agallas para enfrentarse al sistema. Cuando todo va bien, por el coste político que supone hacer lo que se debe cuando la necesidad no apremia, los “servidores” de lo público suelen mirar para otro lado. Y aplaudiéndole las gracias, por supuesto, están casi todos aquellos a quién beneficia el sistema.
Aquí, cuando regreso se habla de corrupción de la oposición, y se sigue mirando al corto plazo, tan corto que puede ser efímero. Siguen los mítines y siguen los modos de ministro tonto, presidente listo. La bombillas son importadas y además no llegan.
Luz, más luz...que diría Goethe cuando expiraba.

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