Tenía unos amigos video-artistas que a una revista le pusieron ese nombre tan precioso de:"la confusión española". Y hoy, en la tele he visto una historia tan kafkiana como española.
Un jubilado-que no sacó bien las cuentas-pasa por delante de unos edificios en construcción, en ese momento álgido que vivimos y decide dar la entrada para comprarse un piso. Pide al banco 50.000 eurillos para la entrada- el banco, que no saca las cuentas le presta a Bonifacio-ese buen hombre- y he aquí que el jubilado se hace con una hipoteca y un incierto piso, para una incierta vejez.
Llega la crisis y el constructor no puede hacer frente a las obras y las deja sin terminar. Son 200 pisos que están unos más acabados y otros menos. Una urbanización,vamos.
El jubilado reclama y le explican que la empresa ha quebrado. Recurso del interesado y subasta del embargo, que por una de esas locuras judiciales le toca al bueno de Bonifacio.
Ahora es propietario de doscientos pisos sin terminar, y de una deuda adjudicada con los pisos por valor de 20 millones de euros que los bancos le reclaman.
No tiene ni para pagar los 1.000 euros de la hipoteca del hipotético apartamento y en la tele el buen Bonifacio dice que no lo entiende. Sucede en Cádiz.
Añaden en TV1: "le puede pasar a cualquiera".
Y ZP de vacaciones y si ver la tele.
1 comentario:
Ja, JA, JA... ¿o hay que llorar?
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