jueves, 21 de febrero de 2013

lo mío es tuyo, si me lo pagas


Ha llegado el tiempo de compartirlo todo. Son momentos de la economía compartida. Gracias a internet y a que los tiempos están cambiando que cantaba Bob Dylan.  Grace Lichaa reunió a un grupo de desconocidos en su domicilio tras anunciar una cena en el sitio EatFeastly.com. La tendencia tecnológica del momento son las aplicaciones que permiten compartir cualquier cosa, y así es cómo Lichaa acabó con un grupo de desconocidos en su cocina degustando sus macarrones.

Unas doce personas que conoció por Internet llegaron a su casa en Washington en noviembre para probar sus tres variedades de macarrones con queso: una gratinada con ajo, otra con queso de cabra y tomate y una con curry. Lichaa, de 32 años, promocionó la cena en el sitio EatFeastly.com y cobró US$19,80 por persona. "Todo el mundo fue muy cortés", asegura Lichaa. Algunos comensales incluso trajeron cerveza.

Comer con extraños es sólo uno de las múltiples manifestaciones de lo que las compañías de Internet y los inversionistas han empezado a denominar la economía compartida: mercados de nicho para bienes cuyo precio cae cuando se usan en conjunto. Ya se han formado empresas de Internet para compartir el cuidado de mascotas, vestidos de novia y hasta la crianza de los hijos, entre otras actividades.
¿y los regalos que no le gustarón en Navidad? Puede ir al sitio Yerdle.com, que se define como "un lugar mágico donde las personas comparten cosas con amigos"-cursi es- y cambiarlos con otros.
Pero lo que ya es una pasada es que también puede intercambiar la comida que le ha sobrado y no quiere volver a repetir. MamaBake.com ofrece una plataforma para cocinar e intercambiar platos con otras personas.
¿Necesita un vestido nuevo? Try99dresses Inc. es un mercado en línea donde la gente vende sus vestidos por y aquí incluso se paga con dinero virtual.

La tendencia puede ser una ridiculez o convertirse en la nueva mina de oro de Internet. Avis Budget Group Inc. compró éste mes por 500 millones de dólares  Zipcar, una empresa que permite compartir los coches. Inversionistas de capital de riesgo, valoraron hace unos meses en 2.500 millones a la niña bonita de la economía compartida, un servicio llamado Airbnb Inc. para alquilar casas o habitaciones a desconocidos.

Conforme se multiplican las nuevas empresas para lo que sea, algunos se empiezan a plantear  qué clase de actividades, no deberían ser compartidas. La familia está poniendo a prueba los límites. Ellos, residentes de San Francisco no estaban listos para tener una mascota en casa, pero no les importó pedir una prestada. Hace unos meses, se inscribieron en DogVacay Inc., un sitio web que pone en contacto a propietarios de perros con personas dispuestas a cuidarlos a cambio de una comisión. Y agregó que su hija de 5 años gritó de emoción al enterarse de que la familia cuidaría perros en forma temporal.

La próxima frontera podría ser compartir niños. Family by Design une a personas que no están en una posición de tener hijos propios con otras que sí los tienen, para compartir responsabilidades de cuidado y educación. Darren Spedale, de 38 años, asegura que fundó la compañía este año tras darse cuenta de que su reloj biológico le indicaba que estaba listo para ser padre pero no tenía a nadie con quien criar a un hijo. El sitio recién lanzado pide a los miembros que presenten una copia de sus documentos de identidad y rellenen detallados perfiles y encuestas de compatibilidad. El sitio ha atraído a miles de interesados, señaló Spedale, si bien todavía no ha habido ningún acuerdo entre los miembros.

La idea de compartir actividades con desconocidos por Internet está empezando a parecer menos arriesgada, manifestó Rachel Botsman, una consultora australiana que escribió un libro sobre la economía compartida llamado What's Mine is Yours (algo así como "Lo mío es tuyo"). El éxito de Airbnb demostró que la gente está dispuesta a compartir su mayor activo:  la casa a los extraños.

La ley no está quizás preparada de como cómo abordar la nueva tendencia. Compartir comida puede ser delicado en Estados Unidos por las normas de salud e higiene. 

Algunos incluso se llevan una sorpresa. Tracy DiNunzio alquiló una habitación por primera vez en mayo de 2010 a un músico que siguió aplazando su salida. Ahora están casados.
¿Y si se compartiera la pareja con los solitarios? Además de poder llegar a fin de mes, se hace un acto solidario. ¿no? Seguro que hay muchos fans de este intercambio.

9 comentarios:

Daniel F. dijo...

En mi pueblo organizo comidas colectivas, que salen a cuatro euros mayores y dos euros niños. Es una buena forma de animar un pueblo de 600 habitantes y que todos puedan participar, la ultima fue olla poderida, alubias, chorizo, morcilla, costilla, oreja, rabo y pata de cerdo.
Tengo un amigo que dice "toma mi suegra y dejame a tu mujer" no se yo.....

Genín dijo...

Claro, esta facilidad que tenemos con Internet nos da la posibilidad de comunicarnos con montones de gentes que piensan i gual o muy diferente a nosotros, el caso es difundir, entre sietemilmillones seguro que encuentras a mas de uno que compre tu idea, o tu necesidad, o tu afición, o tu vicio, lo que antes fue un escándalo, el intercambio de parejas, es ahora muy normal, si a esto le sumas las facilidades (Y peligros) que ofrece Internet...
Besos y salud

marcela dijo...

Temujin, eres un adelantado a los tiempos, o un tipo que sabe hacer las cosas. En los pueblos siempre se han compartido comilonas, yo he ido a muchas.
Un abrazo.

marcela dijo...

Genín, hay que ir con tiento y no dejar que todo el mundo quiera ser tu amigo. Poquito a poquito y entre los que nos conocemos, si podemos intercambiar algo, pues lo hacemos. me ofrezco desde ahorita mismo.
Un abrazo.

Blue dijo...

Temujin predica...y hace.

Sólo conozco el intercambio de casas en vacaciones, y aunque nunca lo he practicado me parece una salida estupenda para ir de viaje y conocer la forma de vida de otra gente.
Y del resto, si les digo a mis hijas que pueden traer una mascota aunque sea unos días...jaja.
Humanos no ¿eh?, esos no son intercambiables.

Besos.

Guinda dijo...

Lo de tener perros por temporadas lo conozco porque hay una ONG que los adiestra para que después acompañen a ciegos y personas con discapacidades que los necesitan. Se trata de acostumbrarlos a que vivan en lugares y con gente diferente, antes de asignarles a una persona.

En cuanto a lo de las cenas, la semana pasada conocí a una chica que las organiza y seguramente me apunte a alguna.

Guinda dijo...

Se me olvidaba: la cena se paga, claro, por tener a un perrillo no se cobra.

marcela dijo...

Blue, se intercambian muchas cosas y más que deberíamos. No hay duda que ununo de los motivos que nos ha tarido hasta dónde estamos es que tenmos demasiadas cosas.
Lo de compartir coche para ir a trabajar ya se hace en muchos lugares, y la comida ¿por qué no preparar cada uno una cosa y comapartirla en trabajo?
Yo me pido un niño de fin de semana a poder ser bebecito.
Un beso.

marcela dijo...

Guinda lo de las comidas y cenas yo he pensado alguna vez en hacerlo, porque me gusta cocinar y es una forma de entrenamiento y compañía.
Un abrazo.Dime si merece la pena apuntarse a esa cena.