jueves, 7 de octubre de 2010

a los que iluminan, no los iluminados



Ayer escribía que voy a corti-pegar más, mucho más. Creo que el nuevo periodismo será el que seleccione e incluso recorte trozos de aquellas cosas que merecen la pena leer. No soy objetiva, cómo dicen ser los periodistas que escriben al dictado de su editor. Y ya sabemos cuáles son los intereses de éstos: el parné.
Ayer leí una entrada de Desclasado y le dedico éstos trozos de entrevista con un hombre, que levanta las cejas de los bien-pensantes: Marc Fumaroli
Soy subjetiva, si fuese objeto sería objetiva. Además soy idiota, tonta inútil y hija única. Eso sí, soy internacional.

 El viejo polemista francés vuelve a la carga. Si hace 20 años fustigó con saña la 'grandeur' cultural de la V República, de Malraux a Jack Lang, su nuevo ensayo se las ve con lo que considera las grandes falacias culturales de nuestro tiempo
La historia no tiene un sentido determinado y el arte contemporáneo no merece ser llamado arte. Marc Fumaroli (Marsella, 1932) ha estado en Barcelona para presentar París-Nueva York- París. Viaje al mundo de las artes y de las imágenes (Acantilado), "un panfleto erudito", en palabras de su editor, en el que vuelve al eterno debate entre los antiguos y los modernos.
"Me hace feliz estar contracorriente, incluso ser muy reaccionario" "Los del 68 son hoy capitalistas y controladores del sistema mediático"
Pregunta. ¿Es usted reaccionario?
Respuesta. ¿Reaccionario? Es verdad que me gusta mucho reaccionar y las gentes que reaccionan están muy vivas. Lo tomo en el sentido exacto del término. No creo que la historia tenga un sentido ni que tengamos que inclinarnos ante el sentido de la historia. La gente que me interesa son aquellos que van contracorriente. He conocido la época en la que todo el mundo marchaba en el sentido de la historia, que no era otro que el que se marcaba desde Moscú. Me hace feliz estar contracorriente e incluso ser muy reaccionario. Cierto, ahora hay que reaccionar contra otras cosas distintas a las del momento en el que la URSS era considerada en Francia como la promesa del futuro de la humanidad.

...P. ¿No será usted sartriano?
R. No, pero sucede que Sartre, de vez en cuando, dijo algunas verdades. Sartre es un fenómeno de la posguerra, un profesor que nunca debió ocupar el lugar que tuvo, pero la guerra y el hecho de que una buena parte de la intelligentsia francesa fuera colaboracionista le convirtió en una especie de vedette que nunca debió ser. Y él se volvió loco, a fuerza de creerse vedette. Personalmente -y no soy el único-, nunca consideré que Sartre fuera un maître à penser.
P. Tampoco parece tener usted muchas simpatías por el Mayo del 68.
R. El único aspecto simpático de la gente de Mayo del 68 es que se reían del general De Gaulle y del gaullismo, que en el fondo era un régimen estrecho, mezquino. Por lo demás no hicieron más que abrir la puerta a la mercantilización general del universo. Todos se han convertido en capitalistas y en controladores del sistema mediático. Los sesentayochistas son quienes ahora tienen el poder. Desde el primer momento me di cuenta de que no eran más que hedonistas que se iban a lanzar a la sociedad de consumo.
P. Pero hubo varios 68...
R. Sí, en Estados Unidos era mucho más interesante, porque era un movimiento anticapitalista, un movimiento un poco ingenuo pero antiutilitarista, se trataba de reencontrar la felicidad, la voluptuosidad, la naturaleza... Estaba Bob Dylan, Allen Ginsberg, era un movimiento de salida del universo material, fordista, había algo noble en ello. En Francia era totalmente glacial, la gente que estaba vendida de antemano, gente como Cohn Bendit... insoportable. Ahora se les ve gordos, viejos.
P. ¿Es usted un optimista o un melancólico?
R. Es necesario un optimismo que sea capaz de absorber el pesimismo, no de esconderlo o rechazarlo, sino de devorarlo, de quemarlo. En la medicina antigua había la idea de que los melancólicos podían ser locos o genios. Los unos quemaban su melancolía y se convertían en genios iluminados por el incendio, y los otros se volvían locos porque la melancolía es pesada y aplasta, es como el petróleo. Es profundamente verdadera esta idea. Ahora estamos en la fase del petróleo y estamos ahogados por el petróleo. La literatura, cuando vuelva, será la literatura de lo grotesco, porque hacer reír ya es curar. Hacen falta dos o tres Rabelais.
(Trozos de una entrevista de J. Martí-Font a Marc Fumaroli en La Vanguardia)

14 comentarios:

Desclasado dijo...

Lo primero: gracias por dedicármela.

Después: pues me jode que no vayas a hacer tantas entradas propias porque me gusta como escribes. Le das un aire muy poético a la prosa, rimas, haces construcciones muy fluidas... En fin, entiendo que estés harta de desgastarte con la sensación de que le hablas al viento o a cuatro que pasan por aquí.

Por último: es bueno el Fumarolli éste, no lo conocía.
Esto es muy acertado y perfectamente visible hoy día:
"Por lo demás no hicieron más que abrir la puerta a la mercantilización general del universo".
Al igual que le abrieron la puerta a un relativismo igualitarista bastante nefasto.
No soy yo muy progringo, pero sí me parece cierto que el 68 americano es más sano, más natural que el pedante 68 europeo.

Me ha hecho gracia la entrada porque un amigo me suele decir: "eres un reaccionario"y lo que quiere decir es "eres un revolucionario" y confunde el término.
Cuando la revolución se apesebra, la reacción es revolucionaria.

Besos, y a ver si mejoras el ánimo que te veo trsitona.

marcela dijo...

Desclasado,te lo dedico por el post de ayer, ya va siendo hora que los que tienen algo que decir o alegar, lo hagan. Siempre con esos cursi-progres que creen en la evolución perpetua.Todos viviendo del cuento.
Son unos simples, y te digo más; ser revolucionario siempre acaba en sentarse en una poltrona y abolir las libertades.
Lo sabemos, y hay que decirlo con esa cursilada que repiten ahora "alto y claro" o esa otra de "poner negro sobre blanco".
Las tonterías repetidas se vuelven dos veces bobas.
Y esos intelectuales "pensadores del pienso", son lo que dices apesebrados.
Estoy triste y mira quitando unos problemas de salud que ya he asumido, no tengo ningún motivo.
Vivo bien y hago lo que quiero, además están los blogs....
me arreglas la cabeza con lo que dices en esas entradas repletas de razón, inteligencia y pasadas de rosca.
Un abrazo, amigo

Desclasado dijo...

¿Lo ves?: "pensadores del pienso".
Joder, es genial en dos palabras, jajajajaja.

Venga, ánimo. A mí ya me has puesto el ego por las nubes.

Blue dijo...

¡Que bueno, Marcela!
No copies de nadie (eso déjalo para mí que no sé hacer otra cosa). Vete al "fondo de blog" y copia de tí misma.

¡Que mala leche el Fumaroli! dice que están viejos y gordos, ja, ja.

Me encanta lo que dice de la melancolía (por si pillo algo ;)

El Desclasado cuanta menos clase tiene más acierta. Se nota que no usa corbata. Yo creo que es de camisa remangada ;-)

Besos.

marcela dijo...

Blue,
No estoy tan segura de que el Desclasado vaya con mangas remangadas. Lo que se remanga es el pensamiento. Voy a tirar de fondo de armario, pero pienso desde hace días, que hace falta periodismo de selección: cosas que sabes que los que llegan y son parecidos a ti, les gustaría leer. hay demasiado editorialistas y periodistas. No está mal, yo misma edith-orializo, pero voy a más.
busca las fotos de Dani el Rojo, Daniel Cohn-Bendith y verás que queda de él. Gordo, fofo y aposentado en el Parlamento Europeo, verde "of course".
un beso, blue.

Desclasado dijo...

Blue, no me fastidies, mona, que no hace nada salió que muchos que aparentan arremangarse la camisa, pues... ¡arre, a mangar!
Así fue la historia y así se la hemos contado.

Blue dijo...

Ja, ja, ya la vi, Marcela. Se le están descolgando los mofletes.

Parece que no os gustan las mangas remangadas. Yo estaba pensando en la cosa estética.
Y no es porque no me gusten los hombres con traje y corbata, es porque siempre pienso que sin eso enroscado en el cuello piensan mejor. ¿Quien sabe? Hay mujeres que subidas al tacón de aguja son capaces de discurrir bien. A mí me parece milagroso.

Besos.

Desclasado dijo...

Si al final no hay más aristocracia que la del trabajo, está claro, Blue.

marcela dijo...

Soy una aristócrata cansada. Tanto traBajar y arre-mangando, y ni siquiera me he hecho con un capital. No puedo subirme en los torturantes zapatos de aguja. ¿Por cierto, a quién se los clavan...?
Desclasado, no te enfades que me imagino vistes de "sport casual inglés"...seguro.
besos a los dos, ambos.
Desclasado, en qué lado del mapa te sitúo...?

Desclasado dijo...

Mándame mail, Marcela, o dime el tuyo.
Mantengamos una estética de la clandestinidad. Mola, es estéticamente morbosa y además igual es práctica.

marcela dijo...

Desclasado, hecho.
Un beso.

David dijo...

Muy interesante la entrevista.
Y ahora yo no estoy para ser muy imparcial u objetivo,porque leo esto:
"ser revolucionario siempre acaba en sentarse en una poltrona y abolir las libertades." y me acuerdo de lo que estoy pasando.
Un abrazo.

maryshelley dijo...

David, tranquilo las cosas pasan, y si pasan, se les saluda, que dicen los japoneses.
Sé que es fácil decirlo, pero difícil hacerlo. Supéralo, procura tener pensamientos abstractos y cómo eres un hombre tranquilo, de los de Ford le ganarás.
Y si no hay viento, habrá que navegar. Estamos aquí, y si nos necesitas, silba.

Pilar Mandl dijo...

toc, toc... ¿Se puede? caray qué nivel de comentarios sobre "un corto-pego" a mí me gustaba Sartre (aunque no era mi preferido) y si no tuviese "algo" no creo que hubiese tenido tanto tiempo de pareja a Simone...
Tú escribes igual o mejor que Fumaroli pero te prodigas en otros medios aunque yo te lo agradezco, aunque como tienes muchos blogs el copio-pego también me gusta porque sabes elegir muy bien y así "nos perdemos" menos cosas...

(Como a Blue, me gusta el pensamiento sobre la melancolía, sobre el 68 habbría más opiniones)