El término recalentamiento de la economía, tal como vamos a utilizarlo, se refiere a una situación en que la confianza ha sobrepasado los límites habituales, una parte creciente de la población ha perdido su escepticismo habitual sobre la opinión que tiene de la economía y está dispuesta a creerse cuentos sobre un nuevo boom económico.
Se trata de momentos en que se practica el consumo negligente como si fuera algo normal, se hacen malas inversiones y quienes las han suscrito simplemente se quedan a la espera de que otros se las compren, sin confiar mucho en que la inversión efectuada sea realmente sólida. Se trata de épocas en que abunda la corrupción y la mala fe, pues cuentan con la credulidad del público y la apatía de los organismos de legislación. (…) (Akerlof)
Krugman-otro nobel- pone el acento en la soberbia y autocomplacencia que se había instalado entre los economistas y en la sociedad en general:
“El tipo de dificultades económicas que Asia experimentó hace una década, y que el mundo está padeciendo ahora, es precisamente la clase de suceso que creíamos haber aprendido a evitar. (…) Entre John Maynard Keynes y Milton Friedman pensábamos que sabíamos lo suficiente como para que aquello no sucediera de nuevo. (…) Bien: fuimos tontos, y ahora la plaga se nos ha venido encima.
“El tipo de dificultades económicas que Asia experimentó hace una década, y que el mundo está padeciendo ahora, es precisamente la clase de suceso que creíamos haber aprendido a evitar. (…) Entre John Maynard Keynes y Milton Friedman pensábamos que sabíamos lo suficiente como para que aquello no sucediera de nuevo. (…) Bien: fuimos tontos, y ahora la plaga se nos ha venido encima.
Y para terminar lo dice Leopoldo Abadia:
“Por eso pienso que es importantísimo hablar claro. Y para hablar claro hay que entender lo que se dice. Y para entender lo que se dice hay que tener criterio. Y para tener criterio hay que tener sentido común y evitar el bombardeo indiscriminado de información”
La economía debería enseñarse en los colegios, porque es tan importante como el inglés y los buenos modales. Si no se sabe ,se deja en manos de los que les interesa y así nos va.
(Espiral de Richard Serra)
2 comentarios:
Sí, pero los banqueros dicen que Leopoldo Abadía no habla claro, solamente simplifica demasiado...
Besos.
La chapa de Sinde es insuperable!
Los banqueros primero que no saben hablar, están ocupados maquinando como hacerse con nuestros ahorros.
Después juegan mucho al golf, y se hacen fotos con políticos, deportistas y dan alguna que otra subvención para salir en la foto de
alguna megaexposición.
Un día voy a contar de cómo éstos genios no saben ni de lo suyo. Con muchos ejemplos.
Simplemente por el gusto de hacerlo, porque a la mayoría los temas que hablan de cómo nos roban, no interesan.
Bueno, tengo dos o tres lectores de esasos.Y lo hago como terapia.
!Besos Blue, colócate la chapa!
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