lunes, 10 de noviembre de 2014

un mundo poblado de alienados




... ¿Somos la cultura de la ansiedad y la depresión?
Da la impresión de que sí. Y además desde hace tiempo. Sería conveniente detenerse a pensar por qué nuestra propia cultura nos deprime por un lado, y por otro nos llena de ansiedad. ¿Qué mecanismo venenoso está como imbricado en el sistema generando desdicha desde su mismo centro?
El paso adelante, de darse, tendría que ser un paso tan valiente como sopesado, y atañe a la estructura del alma: se trataría de dejar atrás la melancolía, con sus sudarios y sus banderas, dejar atrás "la locura negra que todo lo ve gris".
Y se trataría de volver la mirada una vez más hacia Grecia. Asombrosamente, todos nuestros renacimientos empiezan en ella. Para una parte de nuestra cabeza y una parte de nuestro sistema mental y cultural, Delfos sigue siendo el ombligo del mundo, y en Delfos podía leerse una consigna: "Conócete a ti mismo". Un gran consejo, también para nuestra época si no fuera porque la ansiedad y la depresión son las peores guías para llegar a uno mismo.

El mundo se va poblando de alienados que no saben que lo son, y asombra la inconsciencia general mientras nos vamos acercando a una dimensión de la que preferimos apartar los ojos, en parte porque la tenemos cada vez más cerca.
Hablaba de Delfos y del recurso a las luces del pasado, pero ¿y si se tratase ya de luces de una estrella muerta? Entonces nos veríamos obligados a inventar el futuro sin la ayuda de gramáticas antiguas pero no de cualquier manera, sabiendo que de nada sirven las huidas hacia adelante, que curiosamente siempre acaban siendo fugas hacia el pasado, por esa extraña ironía que suele tener la Historia con los pueblos que no aprenden de su propia historia.

La melancolía no es solo una enfermedad del alma, es también una pasión que invita a la disgregación, de hecho el mundo es pura disgregación cuando se observa desde los ojos de la depresión, y sobre todo en su última fase, denominada "melancolía clásica aguda". Se ve muy bien en la Carta a Lord Chandos, de Hugo von Hofmannsthal. Esa locura negra que todo lo ve gris fragmenta la conciencia de las cosas, en realidad la hace imposible, y no se percibe la unidad del Mundo, solo se perciben millones de imágenes rotas, solo se percibe una especie de dispersión infinita de la materia viva y la materia muerta. Al mismo tiempo el yo se achica y busca refugio en la muerte, en los casos extremos, o busca refugio en la masa, en los casos más leves.

Decían los pitagóricos que los hombres eran desdichados porque no conocían a la diosa que los guiaba: la Discordia. Cabe decir lo mismo de la Melancolía, diosa que nos guía desde hace siglos, que está determinando nuestra historia y que no conseguimos erradicar porque no atacamos la enfermedad que produce esa enfermedad. Puede que el mal esté en el corazón mismo de nuestro sistema, puede que no, o puede que no sepamos por qué nos pasa lo que nos pasa, y eso sería en realidad lo más trágico.

(fragmento de un texto de Jesus Fererro)  

(fotografía partisana)

11 comentarios:

Genín dijo...

Y pensar que todo seria mucho mas sencillo, hasta seriamos mas felices y mucho menos cabrones con nosotros mismos y con los demás si tuviéramos mas presente y creyéramos en la conocida frase "polvo somos y en polvo nos convertiremos" pero creer en ella de verdad, en presente, sin matices ni influencias religiosas, algo así como "esto es lo que hay" :)
Besos y salud

marcela dijo...

Genin, efectivamente pasamos por la vida como si fuéramos a vivir miles de años y tuviésemos la posibilidad de corregir el daño que hacemos. Somos unos ignorantes e idiotas. Un beso y salud.

Contratar a Alacran dijo...

Muy buen artículo, pero a no perder las esperanzas gente!!! Abrazo!!

Daniel F. dijo...

EL Siglo XX donde la tecnologia sustituyo a la Filosofia

V dijo...

Interesante. Pero creo, ay, que sin observar el mundo desde los ojos de la depresión....también el mundo es pura disgregación. No es que lo veamos gris o negro, es que igual en gran parte lo es...algunos lo saben y por eso comparecen en plasma, que es más colorido...un abrazo.

marcela dijo...

Contratar a Alacran, las esperanzas no se pierden si se conoce bien lo que ocurre. Pero si no se ve, no se oye y nos damos de bruces contra lo que no queremos. Gracias.

marcela dijo...

Temujín, estoy totalmente de acuerdo contigo, la moral se ha marchado de vacaciones, y la filosofía es una virtualidad. Hay que volver a los valores.Un abrazo

marcela dijo...

V, se ven las cosas en color, pero hay personas que se empeñan en meternos en una gama de negros que ni siquiera son grises. No hay que desmoralizarse pero si movilizarse.Un beso

Frankie dijo...

Otra cosita que se nombra en el frontal del templo de Delfos -y que te enseñan enseguida todos los guías turísticos- es la otra frase, también muy conocida: "Nada en exceso"-

Los excesos de lo que sea conducen a la indigestión mental y desembocan en estrés, aunque sea de una cosa que en principio nos resulte grata. Hay que saber cuando se tiene bastante, como dice mi mami, jeje. Lo malo es que es tan complicado...

Besos,marcela y feliz navidad (antes que el Corte Inglés, ale)

marcela dijo...

Frankie, lo menos no es más es menos. Y feliz 2020. Besos.

Blue dijo...

Tiene mucha razón, pero ¿qué importa que sepamos la teoría? Tenemos la vida construida de tal forma que ya casi es imposible darle un giro. Por otra parte ahora también ocurre que no solo es que lo veamos todo gris, es que lo está, jaja.
Y a veces es cierto que tenemos bastante, pero ¿y si queremos quitar lo que nos sobra? ¿eh?
Bueno, divagaciones.

Besos. Marcela.