miércoles, 4 de julio de 2012

desobedientes, muy desobedientes


Del deber de la desobediencia civil

“Creo de todo corazón en el lema “El mejor gobierno es el que tiene que gobernar menos”, y me gustaría verlo hacerse efectivo más rápida y sistemáticamente. Bien llevado, finalmente resulta en algo en lo que también creo: “El mejor gobierno es el que no tiene que gobernar en absoluto”.
“Creo que antes que súbditos tenemos que ser hombres. No es deseable cultivar respeto por la ley más de por lo que es correcto. La única obligación a la que tengo derecho de asumir es a la de hacer siempre lo que creo correcto… La obligación de mi voto, por lo tanto, nunca excede la conveniencia. Aún votar por lo correcto no es hacer nada por ello. Es simplemente expresar bien débilmente ante los demás un deseo de que eso (lo correcto) prevalezca”.

“Toda máquina produce una fricción, y ésta probablemente no es suficiente para contrarrestar el mal. En todo caso, es un gran mal hacer gran bulla al respecto. Pero cuando la fricción se apodera de la máquina y la opresión y el robo se organizan, les digo, no mantengamos tal máquina por más tiempo. Si la injusticia es parte de la fricción necesaria de la máquina del gobierno, vaya y venga, tal vez la fricción se suavice – ciertamente la máquina se desgasta. Si la injusticia tiene un resorte, una polea, un cable, una manivela exclusivamente para sí, quizá usted pueda considerar si el remedio no es peor que la enfermedad; pero si es de tal naturaleza que le exige a usted ser el agente de injusticia para otro, entonces yo le digo, incumpla la ley. Deje que su vida sea la contra fricción que pare la máquina”.

“La autoridad del gobierno es una autoridad impura: porque para ser estrictamente justa tiene que ser aprobada por el gobernado… El Estado  nunca confronta a conciencia la razón de una persona, intelectual o moralmente, sino sólo su cuerpo, sus sentidos. No está equipado con un ingenio superior o una honestidad superior, sino con fuerza superior”.

“Me complace imaginar un Estado que finalmente pueda darse el lujo de ser justo con todos, y que trate al individuo con respecto; más aún, que no llegue a pensar que es inconsistente con su propia tranquilidad si unos cuantos viven separados de él, no mezclándose con él, sin abrazarlo, pero cumpliendo con su obligación de vecinos y compañeros. Un Estado que produjera este fruto y lo entregase tan pronto estuviese maduro abriría el camino para otro Estado, aún más perfecto y glorioso, que yo he soñado también, pero que aún no he visto por ninguna parte”.




Thoreau fue “lo más raro de encontrar sobre la faz de la tierra: un individuo. Está más cerca de un anarquista que de un demócrata, un comunista o un socialista. De todos modos, no le interesaba la política. Era un tipo de persona que, de haber proliferado, habría provocado la desaparición de los gobiernos, por innecesarios. Esta es, a mi parecer, la mejor clase de hombre que una comunidad puede producir. Y por esto siento hacia Thoreau un respeto y una admiración desmesurados”. Cabe recordar, por lo pronto, estos extractos de “Sobre el deber de la desobediencia civil”.]


Y además era optimista poético, y partidario de la vida en los bosques.


"El tiempo sólo es el río en el que voy a pescar. Bebo en él; pero mientras bebo, veo el lecho arenoso y descubro cuán superficial es. Su fina corriente se desliza a lo lejos, pero la eternidad permanece… Por menguada que sea tu vida, enfréntala y vívela; no la esquives, ni le apliques rudos apelativos… No te intereses mucho en conseguir cosas nuevas, Las cosas no varían, nosotros sí. La humildad, como la oscuridad, revela las luces del cielo. La luz que enceguece nuestros ojos es oscuridad para nosotros. Sólo alborea el día para el cual estamos despiertos. Hay aún muchos días por amanecer. El sol no es sino una estrella de la mañana"

5 comentarios:

Pilar Mandl dijo...

Que bonito y que bien expresado todo! Me gusta thoreau. Nos pondremos en ello, nunca es tarde...

Genín dijo...

Está claro que si la máquina está construida con materias primas de mala calidad, con la fricción se estropeará antes, eso nos explica que estos que nos gobiernan en pocos meses están estropeados, aunque yo creo que ya venían así de fabrica, estropeados.
Yo estoy de acuerdo con el Toro, sobran los gobiernos.
Besos y salud

India dijo...

¿Cómo lo haces...?
Achuchones

Frankie dijo...

Este estado español nuestro practica ahora la culpabilización del ciudadano y de los servicios públicos, para desviar la atención de la especulación financiera que es la que ha provocado la deuda. Es, por tanto, un estado vil y canalla [Desahogos a la hora de la cena. Cap. I]

Muchos besos.

Blue dijo...

Esta gente que nos gusta es la que nunca interesa a los políticos, ¿por qué será?.
Lo peor no es sólo que gobiernen mucho, sino que lo hacen mal y aún por encima nos quieren hacer ver que todo es por nuestro bien.
Si por lo menos viniera el calor...
Besos, Marcela.