martes, 2 de noviembre de 2010

oh, la, la, grandeur de la France



Fueron los franceses los que hicieron la revolución, y los que redactaron la Declaración Universal de los Derechos del Hombre. Los franceses, se apropian de todo y han vendido siempre, lo bueno y lo mejor. Se dicen inventores del queso y el beso francés -que yo sepa no nació en la Rue Bonaparte-, la moda, el perfume, y demás bienes que les dejan unos buenos royaltis. Y se declaran ciudadanos, y tienen filósofos de derechas y de izquierdas - no cómo aquí que son todos de  la misma dirección-, también venden desde hace años la gran cocina francesa, la nouvelle vague, el existencialismo, el mayo que según ellos es francés, el Pompidou y así, hasta llegar a Sarkozy ese pequeño Napoleón, que lo mismo expulsa gitanos rumanos, que se casa con una votante de Segolene Royal,  que le canta además "Quelqu' un m'a dit". Lo que quiero decir, es que tienen cosas buenas y malas, pero entre las buenas es que se creen citoyanes y ejercen.

Y mientras, en otros países que no el nuestro, se extiende el reproche a los políticos que pusieron el grito en el cielo cuando la crisis financiera les estalló en la cara. En nuestro caso, vimos a un presidente muy furioso, que prometió dar la vuelta, como a un calcetín, a todo el sistema financiero.
Pero sus grandilocuentes declaraciones y las fastuosas cumbres de los diversos puntos G, - en los que lo único claro es la foto final con todos encantados- sólo consiguieron dar un toque de maquillaje en los requerimientos de capital de las entidades y poner peguitas a la remuneración de los banqueros. Sus promesas de terminar con los desmanes del capitalismo, acabaron siendo el hazme-reír de media humanidad y el hazme-llorar de la otra media. El otro día mientras dos derechones según el diario global, pedían responsabilidades y cobro a los bancos, nuestro timonel rojo decía que no, que no hay que exagerar. Será porque después de hablar de la premier league de nuestra economía y de la solvencia de nuestros bancos está un poco acojonado con los balances. Momento inquietante el que vivimos. Y no digo más.


En Francia, que parece haber incorporado clases prácticas de guerrilla urbana a su prestigioso baccalauréat, el movimiento de economistas aterrados ha publicado un manifiesto denunciando la inoperancia política ante la crisis financiera.
En pocas horas, más de mil profesores universitarios, estudiantes, periodistas, abogados y, por supuesto, artistas de varios países europeos se han sumado al grito contra el engaño político que ha permitido que muchos meses después del colapso del sistema financiero “Europa siga con el chip neoliberal, la sumisión a los mercados financieros y las medidas de recorte social”.
Es un dato que dos años después todo sigue igual. Pero, es posible que el diagnóstico inicial fuera erróneo.
La culpa de todos los males puede que no fuera del sistema financiero sino de las personas que lo estrujaron, las que no lo controlaron como debían y las que, como todo iba bien, acallamos las alarmas cuando sonaban.
También puede pasar que siendo fácil afirmar que hay que cambiar el sistema financiero hacerlo es complejo de verdad, que sea una tarea que sobrepasa a cualquier político en particular e incluso a toda la clase política en su conjunto. Más bien parece un trabajo para una hecatombe o para la sociedad civil, la verdadera impulsora de los cambios profundos.


El sistema financiero necesita reformas para que no vuelva a poner en un brete a la economía mundial, lo que no significa que tengan que desaparecer las ideas liberales, nuevas o viejas, y el hecho de que los gastos sean superiores a los ingresos, siempre y por sistema, se vea cómo un disparate conceptual, para cualquier entidad económica, ya sea una familia, una empresa, un municipio, una comunidad autónoma, un Gobierno central o la UE.
¿Y nuestros Willy Toledo, Iciar Bollaín, Papito Bosé, Almodovar, filósofos, economistas, diseñadores, arquitectos, ingenieros, cantantes de variedades, no suscribirán y denunciarán éste engaño político de nuestros feministas gobernantes...?

Me han dicho que nuestras vidas no valen gran cosa

Que pasan en un instante al igual que se marchitan las rosas.
Me han dicho que el tiempo hace el imbécil
Que de nuestras penas se hacen abrigos
Sin embargo alguien me ha dicho…

Me han dicho que el destino se burla de nosotros
Que no nos da nada y que nos lo promete todo
Parece que la felicidad esta al alcance de la mano,
Entonces tendemos la mano y nos volvemos locos
Sin embargo alguien me ha dicho…

(Quelqu'un m'a dit, letra de la Sra. Sarkozy, neé Carla Bruni- Tedeschi, traducción sin confirmar)



14 comentarios:

Desclasado dijo...

Je... canalla. Leyendo tenía ya la respuesta en mente: "tránquila, Marcela, en cuanto Almodóvar y su banda sepan esto reaccionarán", y ya lo has puesto tú.
Pues me deja triste esta entrada. Ya lo dijo el poeta: la verdad os hará tristes.
Vuelves fuerte.

Blue dijo...

Lo que pones en rojo me asusta, y me asusta porque me lo creo.
Esto pinta mal pero parece que no aterrizamos todavía. Hoy tomando el café con los compañeros ya me cabreé porque soy la exagerada y la pesimista. No voy a hablar más... "Lo que ha de ser, será"

Besos.

Blue dijo...

Ayer no me había fijado en ese tío que retira escombros con la aspiradora...Diossss...nuestro autorretrato!


:(

David dijo...

Ay!
El problema es que en la sociedad civil estamos como anestesiados. Y bueno, estoy con Blue en lo de las cosas que pones en rojo, pero yo dudo que la sociedad civil vaya a realizar esos cambios. Mucho tendrían que empeorar las cosas.. Mucho-mucho-mucho...
Y sí. Una vez como dice Blue...la foto es nuestro autorretrato.
Un saludo.

Pilar Mandl dijo...

Vuelves guerrera... me gusta, ya te echábamos de menos... ese "optimismo" bien informado...

marcela dijo...

Desclasado, es que los que pensamos, pensmos lo mismos. Nada que ver con lo que pienesan nuestros oponentes, que no opositores.
He llegado canalla pero serenissima.
A veces me invade una muy profunda melancolía, que decía Starobinski que es cuando nos fallan las espectativas. No voy de culta, es que esa definición.
Y bueno, es lo que hay, sigue diviertiéndonos y enseñándonos.
Así entra la cultura a través de la diversión.
Un abrazo

marcela dijo...

No te asustes que es peor. Por lomenos no nos creemos los cuentos de los que trincan. Nunca he conocido a nadie que queriendo vender un crecepelo no diga que tienes que esperar tiempo antes de que haga efecto, mientras él ya está al otro lado de la frontera. Con la recuperación anunciada siempre para el próximo trimestre les va adar tiempo de llegar a las elecciones.
Besos, las fotos siempre procuro que remarquen el tema.

marcela dijo...

Pilar he vuelto guerrera porque me fui samurai. Y cojo la katana del teclado y a descabellar a los que embisten.
Un beso.

marcela dijo...

David anestesiados y operados. Sin sutura ni tiritas. Somos unos memos nos parece que lo mejor es pasar y así nos va. Pasando, pasando se nos pasa la vida. Un poco de cine, y cómics bien, pero también un poco de actividad crítica. Un beso fuerte...¿que tal va la búsqueda de curro...?

David dijo...

Bien... Mañana mismo tengo una entrevista para una cosa... Es un trabajo que da el Ayto. Un parche de seis meses... Pero no me quejo, que tal y como está la cosa... Iba a contarlo en el blog, pero bueno, te lo cuento aquí.
El problema es que tienes toda la razón... Está bien un poco de todo... Tienes razón en que lo mejor es no pasar...Pero yo no sé cómo mejorar la situación si no soy capaz ni de mejorar la mía en principio.
Un fuerte abrazo.

El intimista secreto dijo...

Marcela, te veo triste, fría, serena, lúcida. Sueltas tres o cuatro verdades tan básicas, tan sólidas, qu hace daño leerlas. Qué quieres que digamos, se revuelve el estómago pensando en los caraduras y en el coro que apalude a los caraduras. Esto no es la France, ni la liberté, ni su bachillerato. Aquí, sí, de nuestras penas hacen abrigos y de nuestras manos pidiendo justicia hacen orinales.
Qué asco. Qué asco de los autonombrados intelectuales y artistas. Una mierda, que se vayan a Cuba o mejor a Corea del Norte. Me temo que desvarío y pido disculpas, pero me ha incendiado tu entrada.Dicho todo esto, es una excelente entrada.

marcela dijo...

Si Intimista estoy triste, y no debería en realidad es que veo que siempre estamos tan dormidos que unos que pasan por despiertos nos van a dejar tumbados.
Me gustaría que las personas dejasen de soñar excepto con lo que merece la pena. Que se volvieran críticos, que no aguantaran a éstos payasos a los que hemos dado la llave de la despensa. Y que los países ya que son sociedades limitadas de unos cuantos, los llevarán unos gerentes a los que pedir las cuentas, incluso mensualmente. Y que jamás salieran en un medio, así tendrían tiempo para hacer bien su trabajo.
Y nosotros, una vez descargados de hacerles casos, navegar, leer, trabajar un poco, amar, navegar y filosofar.
Besos

José Antonio del Pozo dijo...

Hola, Marcela: estoy contigo en que la sociedad civil nuestra es mansurrona y no le aprieta las tuercas a los gobernantes como debiera. Nada debería impedirnos soñar, aunque tuve yo esta noche un sueñecito que pa qué... bueno lo puse in mío blog y así lo relativicé un poco. Ánimo, guerrera, un saludo.

Blue dijo...

¿Donde estás, Marcela?
Vuelve, que no damos retirado tanto escombro.

Besos.