viernes, 12 de febrero de 2010

curiosidades idiotas, y algo mejor...


Teniendo en consideración que cualquier medio se adorna sus comentarios más sesudos con un poco de sexo, -y sí no me creen vayan a ver las noticias más leídas en EPS y ELM-, voy a colocar una entrada de esas que llaman los políticos y periódicos "desdramatizadoras". No por imitarles sino por éstas las fechas de celebraciones del consumo amoroso.

¿Se puede hacer el amor dormido? Según el psicólogo estadounidense Michael Mangan, el llamado sexsomnio es más común de lo que se cree, de tal manera que incluso se ha creado un foro en internet –sleepsex.org– donde se invita a los afectados por este extraño comportamiento a que cuenten sus experiencias. Una mujer, por ejemplo, intentaba mantener relaciones sexuales con su pareja y acto seguido se despertaba y le acusaba de intentar violarla. Otra internauta explica que su marido es sexsonámbulo y que no le importa, salvo por el molesto hecho de que empezaba a roncar tras el coito. En el mismo foro, una afectada dice sentirse engañada porque su esposo se masturba sin darse cuenta todas las noches. Cuando pone en peligro la relación, este trastorno del sueño se puede tratar fácilmente con medicamentos. (Publicado en Mundo Natura)

La señora de la foto: !Y ahora me dice que estaba dormido....!

(fotografía Lisette Model)
Y mañana les contaré el cuento de "una ama de casa suaba".

elintimistasecreto añadió:
...Y, ahora, hablando más normalito pero más en serio. Hay algo que siempre me ha llamado la atención. Me refiero a ese mundo de los sueños y las vivencias no ya sexuales, ni siquiera eróticas, sino a veces simplemente afectivas. Cuando puedo recordar sueños en los que he tenido esas vivencias (por ejemplo un abrazo, un beso, el tacto de una mano) las sensaciones al despertar son tremendas. Mientras dura la emoción del sueño, mi recuerdo es el de una calidad y una intensidad de las sensaciones muy superior al que puedo vivir en la realidad. O quizás la palabra no es superior pero sí muy diferente, más honda, más espiritual.

Despiertos o dormidos, el amor es el mejor afrodisíaco.

Gracias, mil.

6 comentarios:

TSI-NA-PAH dijo...

Soy sexsonambulo. Despierto estenuado cada mañana.
Un abrazo

El intimista secreto dijo...

Las cosas del sexo y las del sueño guardan mucha relación y es asunto bien conocido entre nuestros paisanos. Que ahora se hable de ello e incluso se abran foros en Internet se debe sólo a que es moda impuesta por los americanos.
De entrada, habría que aclarar que no es lo mismo hacer el amor dormido que dormirse haciendo el amor. Yo mismo, cuando era un chaval tenía esa confusión, pues una vez escuché a mi tía Vicenta comentar que se quedaba dormida mientras cumplía con sus obligaciones conyugales. Con mis pocos años y menores luces, me parecía algo así como que mi tía tenía poderes sobrenaturales. Tiempo después comprendí que, en realidad, mi tía se refería a las virtudes soporíferas como amante de mi tío Gervasio.

No por natural deja de sorprendernos a muchos hombres las erecciones espontáneas que se experimentan de madrugada. La dilatación de la vedija con la orina, y la comprensión prostática, impiden el retorno de la sangre acumulada en los cuerpos cavernosos. El resultado es un estado de priapismo o, dicho de forma llana, un empalme de campeonato. Alguno hay quien piensa que tan feliz circunstancia debe aprovecharse para consumar el acto y darse alivio con la parienta o elemento o cosa equivalente, independientemente de su estado de consciencia.

Otra secular costumbre, apenas atisbada ahora por los americanos, consiste en practicar el ayuntamiento carnal durante la sagrada hora de la siesta. En tales circunstancias, la mente se embota y amodorra e incluso las carnes parecen más blandas, particularmente bajo los efluvios de una buena comida, facilitando así la exaltación de la libido en ese estado de pseudotrance.

Y, ahora, hablando más normalito pero más en serio. Hay algo que siempre me ha llamado la atención. Me refiero a ese mundo de los sueños y las vivencias no ya sexuales, ni siquiera eróticas, sino a veces simplemente afectivas. Cuando puedo recordar sueños en los que he tenido esas vivencias (por ejemplo un abrazo, un beso, el tacto de una mano) las sensaciones al despertar son tremendas. Mientras dura la emoción del sueño, mi recuerdo es el de una calidad y una intensidad de las sensaciones muy superior al que puedo vivir en la realidad. O quizás la palabra no es superior pero sí muy diferente, más honda, más espiritual.

Despiertos o dormidos, el amor es el mejor afrodisíaco.

marcela dijo...

Tsi-na-pah. Por lomneos te levantas cansado de algo que merece la pena. Me levanto extenuada, de nada....

Intimista, me dejas totalmente confundida. ¿Cómo puedes ser tan bueno en todo...?
Un hombre, de esos que hay que homenajear todo el tiempo.
Me ha fascinado ese despiertos o dormidos, el amor es el mejor afrodisíaco.
Vuelvo a poner en primera página, tú visión sensible del tema.

Blue dijo...

Menos mal que hay medicamentos para curar esas cosas tan raras que le pasan a la gente...rara :)
A mí también me pasa como al intimista, Mmm...esos sueños dulces...Lo que más me *ode es despertar.

Besos, Marcela. Que bien vas...

David dijo...

Yo lo del sexo lo vivo más en el período de "sueño", pero despierto, eso sí. En la vida real la cosa empieza a perder gracia(ja,ja) Un saludo.

marcela dijo...

David, no será para tanto. Todo es reciclable, ya lo verás.
Abrazo