Una mujer de cierta de edad como
Christine Lagarde, tiene que dar que hablar porque sino no es nadie. Y día si y día no vemos como hace unos comunicados que son tan
incorrectos como aplaudidos por sus compinches de trapicheos. Ella
siempre recorta por los más bajos, así no le hace falta subirse a una
escalera porque con la estatura que tiene llega siempre. Hay que tener
en cuenta que no vio la crisis, que no se enteró de nada y eso que era
ministra de economía con Sarkoszy. Una vez apalancada en el FMI, esa
guarida de "presuntos implicados" léase Rato, Dominique Strauss-Kan y la
misma Lagarde- acusada de haberse quedado ciega ante algunas corruptelas en
su país- se ha dedicado con intensidad a pedir recortes a diestro y
siniestro -más bien estos últimos-. Así cualquiera. Ni una sola idea
aparte de podar, ni una sola intención que no sea hablar para no tener
que decir nada y salir en televisiones y medios.
Y
dicho esto los blogs se ceban con la señora porque da mucha risa en su
perfecta incompetencia. Para ser dirigente económico internacional no se
necesitan estudios, sino simplemente manejar con soltura las tijeras de
podar de los más para contentar a los menos.
He aquí una noticia de periódico (rokambol) con una gran capacidad de análisis:
La directora del Fondo Monetario
Internacional, Christine Lagarde, ha ordenado a los bancos españoles que
dejen de seleccionar a sus altos directivos en las selvas del río
Orinoco y la jungla central de Birmania, y ha pedido a todos los
zoológicos españoles que interrumpan inmediatamente sus relaciones
laborales con la banca.
Al parecer, los zoos de Madrid y
Barcelona tenían en marcha varios programas de entrenamiento dirigidos a
perfeccionar las técnicas de aproximación, ataque y mordedura de la
serpiente de cascabel, la cobra india y la mamba verde. “Las serpientes
son rápidas y letales, pero no son unas hijas de puta. Y ahí es donde
estamos trabajando”, ha dicho el veterinario-entrenador del proyecto
“Excelencia financiera y reptiles” para justificar este tipo de
programas.
Christine Lagarde ha reconocido al
ministro de Economía, José Luis De Guindos, y a los máximos responsables
de la banca española, las enormes virtudes financieras tanto de la
serpiente de cascabel como de la mamba verde y la cobra, pero les ha
recordado los numerosos problemas que provocan cuando vuelan en clase
bussiness.
La directora del FMI señaló, finalmente,
a los magníficos profesionales que la banca está encontrando entre la
clase política, la delincuencia organizada, el clero, los psicópatas,
los trileros, los usureros y la escoria en general, y ha animado al
sector a que continúe avanzando en esa dirección.
(No he puesto la fotografía de la gran dama de p. porque no me gusta su aspecto)