el amor es la mayor riqueza...lo dicen los suecos

Veo en la tele constantes anuncios de la casa que amuebla todas las casas- si logras encontrar el tornillo que vaya con el agujero consiguiente- en los que repite machaconamente "No es más rico quién más tiene sino quien menos necesita"  y pienso que los banqueros son todos pobres, pobrísimos y por eso les estamos ayudando.
Me gusta sobremanera el anuncio del orgasmo, alegre y desenfadado con la banda sonora perfecta y y entiendo a qué se refieren con la riqueza. También me gustaba el de "Bienvenido a la república de tú casa" Ellos, que tienen esas princesas que se casan con sus entrenadores, saben que la primera república en Suecia es su monarquía.

 Con largos años experiencia consumista puedo brindarles a los chinos ricos, que lo necesitan todo, estas tres verdades irreductibles:
1) Tener un coche más grande y más potente no te hace más feliz,. Sino que estarás continuamente cabreado por tener una máquina que puede ir a 280 por hora y tienes que utilizarla a 110 Km/h. El petróleo se ha puesto por las nubes, los impuestos, el seguro. Por no contar el precio del garaje… Después vendrán las reparaciones, las multas que se ha demostrado que la DGT cobra más de lo que debe, directamente tima !oiga, que es la administración! y los amigos que subirán a tú coche y fumarán lo indecible para resarcirse de no poder hacerlo en el bar, con lo que el olor a cuero se mezclará con el alquitrán. En definitiva, un coche no es “espíritu de libertad” sino una esclavitud encubierta. El hombre es un accesorio más del coche. Y además se convierte en el accesorio más importante.

2) Una gran casa de lujo, con muchas habitaciones y cuartos de baños, piscina y ala de servicio no te hace más feliz, sino todo lo contrario, te emparanoias con el tema de la seguridad y la vigilancia, tienes que tener quien te limpie la casa y te la mantenga, el seguro te desborda…y el jardín requiere cuidados. En definitiva, una casa inmensa te hace sentir pequeño y miserable porque tienes que llenarla de amigos, invitados, niños, perros y demás, para no sentirte solo. Porque la soledad se sobredimensiona, con lo cual si estás en esas circunstancias consumes mucho, al hacerte psicológicamente inseguro.

3) Ser feliz no es cuestión de dinero por mucho que la publicidad te bombardee con esa premisa. Jamás te sentirás más seguro por tener una póliza con cualquier compañía de seguros. No serás más feliz por usar un champú especial con camomila que produce pseudo orgasmos; no serás más feliz por hacerte con un bolso de 2.300 euros porque en una revista le han puesto el apodo de MUST; no serás más feliz cuando te bebas un agua de manantiales nórdicos con un brillante swarosky en el tapón. Todos esos son estímulos transitorios, no la fórmula de la felicidad. El placer del champú acaba cuando lo compras o cuando sales de la ducha; los zapatos o el bolso cuando te das cuenta de que nadie repara en el que llevas ni le da importancia; y valdrá la pena cena, en el caso de que sea en tú casa y estés deseando acabarla para pasar a representar el anuncio de IKEA....!ay, Dios mío! que en el caso de ricos sería !Ay Dior, mío...!

Los tiempos son duros y los suecos inventaron el estado de bienestar. Y para que veaís que el amor vende, aquí dejo ésta foto de Kate Moss con una compañera de trabajo -sic- que van de love, con un poquito de morbo que vende más.
 “No es más rico el que más tiene, sino el que menos necesita”. Ahora, de ahí a quitarnos las pensiones, para pagar a los desgraciados banqueros, va un abismo.