lunes, 23 de septiembre de 2013

pesimismo sin cinismo


Leía mucha prensa, lo he dejado. Veía los telediaros, los he repudiado. Creía en ciertas cosas, por ejemplo en el cambio: ahora ya creo que cualquier cambio es peor. Mi pesimismo ha alcanzado altas cotas. No quiero caer en el cinismo. Así que derrotada por la idiotez de la que formo parte, mis neuronas han alcanzado sus últimos objetivos de pesimismo. Os pido perdón. Las cosas son como están, no como desearía que estuvieran. Leyendo el libro Poesía, pop y contracultura en España de Antonio Orihuela encuentro este párrafo:


"Tras treinta años de democracia, nuestro infantilismo ha alcanzado cotas difícilmente imaginables. España es el primer país europeo en consumo de alcohol y drogas. También somos el país con mayor número de presos y policías; por el contrario, estamos entre los países que menos presupuesto público dedican a la educación y, en consecuencia, entre los que menos leen y donde el fracaso escolar y la putrefacción de la vida intelectual han alcanzado sus cotas más altas. [...] Campeones mundiales en fútbol, inmoralidad, incivismo e irresponsabilidad, hemos de reconocer que tanto el franquismo sociológico que heredamos como el izquierdismo y la progresía unidos han realizado a conciencia su trabajo, que no era otro que convertirnos en el país basura por excelencia y con ello, convertir a España, finalmente, en una potencia capitalista de primera fila" (138-139).
Antonio Orihuela

8 comentarios:

Genín dijo...

:(
Besos y salud

marcela dijo...

Genín ya veo que ni siquiera comentas porque creo que la evidencia es grande, y pensamos casi todos lo mismo. Hay que ser optimistas, se nos dice, pero creo que en tiempos de crisis es muy difícil para algunos serlo. Estoy cerca de ellos, aú cuando yo incluso pueda permitírmelo.
Soy solidaria y empática y me angustia ver lo que veo.
Un beso, y sobre todo salud.

India dijo...

Un beso, y sobre todo salud... eso es.

Blue dijo...

Es lo que queda Marcela, desánimo, y ya no sé si nos recuperaremos políticamente de esto (ya no digo económicamente) porque lo veo igual, con una izquierda pestilente, una derecha renqueante que no sabe ni donde queda el norte, y un panorama general deprimente. Son todos los mismo por mucho que se empeñen algunos en querer diferenciarse. Nada, todos igual de basura.

Lo que estamos aguantaremos y los que puedan irse que vengan a España de turistas. Para eso seguimos sirviendo.

Voy a echar una ojeada a ese libro.

Besos.

marcela dijo...

India, la salud es lo que nos permite seguir. Lo demás nos la quiebra.
Un beso.

marcela dijo...

Blue, no creo que veamos la recuperación de tanta mugre moral. Lo económico se recuperará con las élites extractivas embolsándoselo todo. Creo que es un movimiento muy fácil: primero nos arruinaron, después les volvimos a dar para que volvieran por sus fueros, y a continuación nos contrataron por la mitad de lo que nos pagaban.
Parece mentira, pero es que ni diseñado por un genio.
Un beso.

Blue dijo...

Es una guerra, pero sin sangre, seca.

Frankie dijo...

Nos queda volcarnos en la búsqueda de la felicidad personal, las metas individuales y el absoluto olvido de lo colectivo, siendo este último la fuente de casi todas las decepciones.

Las teorías ultraliberales aseguran que de la suma de avaricias privadas emanan sociedades competitivas y resultonas. No es que se lo crea ni su p. madre pero somos incapaces de sinergia, Al parecer, claro...