martes, 30 de abril de 2013

no tenemos ni idea de qué hacer con el gato





Más de cinco años después del inicio de la crisis financiera, uno pensaría que los responsables en materia económica ya sabrían cuál es el mejor camino a seguir. Nuestro no-presidente porque parece ser que no puede, no sabe o no quiere presidir nada, lo único que se le ha ocurrido pedir es: ! PACIENCIA!. Además según él, están en el buen camino para la solución de la crisis. Y el gato en el árbol que se quiere bajar, pero no le poner la escalera.

A 6.200.000 parados la receta de Rajoy "el impávido" es esperar hasta 2014-2015 y para entonces en lugar de 6.200.000; según sus siempre equivocados cálculos, habrá tan solo un 24,5% de paro, es decir una tontería. Pero lo más preocupante son la reuniones que tienen políticos y economistas; en las que van, vuelven y no hubo nada.


Eso quedó en evidencia tras un reciente seminario del Fondo Monetario Internacional (FMI) para repensar la política económica, organizado por su propio economista en jefe, Oliver Blanchard, y tres expertos en el área.


Uno de ellos, el premio Nobel de Economía George Akerlof, de la Universidad de California, ilustró con una vívida analogía el estado de incertidumbre en el que se encuentra la profesión de economista.
"Es como si un gato se hubiera subido a un árbol enorme. El gato, por supuesto, es la crisis. Mi posición es '¡Dios mio, ese gato se va a caer y no sé qué hacer!'".

Otro de los organizadores, de la misma universidad, David Romer, aprovechó la analogía y añadió: "El gato ha estado en el árbol por cinco años. Es hora de obligarlo a bajar y asegurarse de que no se vuelva a subir".

El problema para los profesionales de la Economía, según el cuarto de los anfitriones de la conferencia, otro premio Nobel, Joseph Stiglitz, es que "no hay una buena teoría económica que explique por qué el gato todavía está en el árbol".

No más gatos, les prometo. Pero la analogía da una idea del grado de incertidumbre reinante en este grupo estelar de economistas.
Stiglitz dice que no hay ninguna teoría que explique la crisis.
Es un mundo muy distinto al ¿aparentemente? más cómodo en el que vivimos antes de la crisis.
¿Cuáles eran las características clave de ese mundo? El principal instrumento de política económica estaba en manos de los bancos centrales. Se encargaban de fijar las tasas de interés, subiéndolas para mantener baja la inflación y cortándolas cuando la economía estaba frágil.
La política fiscal -el gasto público y los impuestos- ya no era considerada como parte del juego de herramientas rutinarias para mantener a la economía nivelada. La reglamentación financiera era, en la mayoría de los casos, relativamente ligera. El resultado fue la peor crisis financiera y la recesión más profunda en la economía global desde la Gran Depresión en los años '30.

Hubo muchas ideas pero así fue como el economista en jefe del FMI cerró la conferencia:
"No hemos identificado nuestro destino final... a dónde llegaremos, realmente no tengo ni idea".

Emigración, emigración. ¿pero a dónde?

(Por cierto no he encontrado un gato)

9 comentarios:

Genín dijo...

Yo me siento como si estuviera en la terraza de un café viendo pasar una masa ingente de economistas con caras que llevan un letrero en la frente que dice, "A mi que no me pregunten que no tengo ni puñetera idea"
Imagínate lo que puedo saber yo, bueno algo si se, o esta gente que está en el gobierno son idiotas, canallas, o las dos cosas a la vez.
Besos y salud

Blue dijo...

Marcela, esperan a que el gato caiga como fruta madura y después dirán: murió. Fin.
Ese bichito va muy decidido, jajaja.
Besos.

marcela dijo...

Genín, los de todos los gobiernos llegan, ven, se sientan y desde la ventana deciden. Eso sí, mirando al jardín.
Los que estuvieron lo hicieron muy mal, pero éstos son de echarlos ya. Por prepotentes, y descerebrados.
Un beso y salud.

marcela dijo...

Lo malo del gato es que tiene siete vidas, y no va a morir. La metáfora ya contaba con eso. Es simplemente aprender de las anécdotas que se cuecen por los foros internacionales. Nada es más serio que lo que no lo parece.
El del maletín, va que se las pela.
Besos.

Daniel F. dijo...

Yo miraría al New Deal y la política de Rooselvelt, que a pesar de sus fallos, demostró ser efectiva, sobre todo para los millones de agricultores americanos con riesgo de embargo. Quizás una nueva ley tipo Glass-Steagall que separe los objetivos y propositos de los bancos sea necesaria, por cierto, que fue a raiz de la derogacion de esta ley cuando se empezo a fraguar esta crisis que nos ha reventado.
Yo apoyo a Rajoy, que me pase su nomina y me armo de paciencia, sino se me acaba.....

marcela dijo...

Temujin, yo creo que cuando has estado toda la vida cobrando sin ninguna preocupación, no sabes lo que es la incertidumbre, así que lo mejor es mandarlos al paro para que tengan paciencia.
Y a Guindos, se le da una indemnización de 500 euros para que vea un billete, que dice que nunca los ha visto. Se ponen a decir bobadas y nunca terminan.
El New Deal no acabó con la crisis, pero ayudó a muchos pobres. La crisis la terminó la guerra con la fabricación de armamento.
Besos.

Daniel F. dijo...

Lo iba a poner, la solución a la Gran Depresion fue la guerra, pero no quería transmitir pesimismo.

Gata Chopada dijo...

El caso es que yo siempre me pregunté si el hecho de que bajasemos de los árboles fue buena idea.
Mi impresión es que no, pero claro, no tengo ninguno modelo que lo demuestre para defenderlo, un modelo de cómo hubiese devenido el planeta en el caso de que nosotros no hubiésemos bajado de los árboles. ¿Quién sería el primero y por qué bajó? La verdad, siempre hay algún gracioso que se tiene que hacer de notar y la lia.
Pero bueno, al menos yo duermo con dos gatas que me dan alergia. Les tengo alergia y no puedo vivir sin ellas ¿es o no es una historia de amor?
A la mierda la crisis ya, hombre, mucha tontería es lo que hay, sobre todo a la hora de elegir a la gente para darle trabajo.
A la mierda la moneda. Me cago en los etruscos. Tiene que volver la revolución del trueque. A ver dónde se iban a meter los Bárcenas y demás ladronzuelos todos sus millonetis. Que se los coman. Que se coman los billetes,a ver qué cagan.

marcela dijo...

Gacias CC, de vez en cuando hay que desengrasar la cabeza que la tengo que parece que me he tomado aceite de motor sucio. Un beso, seguiré tú recomendación.
Un abrazo.