viernes, 25 de noviembre de 2011

el cielo no puede esperar...y las hermanas se divierten


Las Hermanas Franciscanas de Filadelfia (EEUU) han creado un equipo de Responsabilidad Corporativa a través del que adquieren acciones de algunas de las principales compañías de Wall Street para participar en sus juntas de accionistas y poder lanzar sus críticas, ofrecer su punto de vista moral y fomentar buenas prácticas.
   De esta forma, las hermanas, encabezadas por la religiosa Nora Nash, han ocupado los despachos de grandes grupos como la petrolera BP, la multinacional de la industria aeroespacial Lockheed Martin y General Electric, cuyos directores escucharon las propuestas de las hermanas, hasta el punto de que el director ejecutivo de G.E., Jack Welch, se quedó "tan impresionado" por su campaña contra la implicación de la compañía en la fabricación de armas nucleares, que se trasladó en helicóptero hasta el convento.
   Asimismo, las religiosas apuntaron a otros grandes grupos como el banco Goldman en el que, desde una sala de conferencias del piso 41 con vistas al espacio del World Trade Center de Nueva York aconsejaron a los ejecutivos "proteger a los consumidores, bajar sus sueldos, aumentar su transparencia y acordarse de los pobres". (hermanas aquí, más parecen primas)
   Además, en los últimos meses, las religiosas han discutido con la cadena de alimentación Kroger, por los derechos de los granjeros; con McDonald's, sobre la obesidad infantil; con el banco Wells Fargo y con los ejecutivos del grupo Fortune 500, según ha apuntado el diario estadounidense The New York Times.
   "Queremos resultados sociales así como económicos", ha señalado la hermana Nora al tiempo que ha indicado que "cuando se mira a las mayores instituciones financieras, uno se da cuenta que existe codicia de por medio". (la inocencia es atrevida)
   La estrategia de estas hermanas consiste en seleccionar una compañía cuyas prácticas no les parezcan del todo morales y adquirir el número de acciones mínimo para poder acceder a la junta anual de accionistas con el dinero de su fondo de pensiones. Además, según ha indicado un directivo de la compañía Glass, Lewis & Company, una empresa "no despierta ninguna simpatía si excluye a las religiosas".
   La hermana Nora, que creció en Limerick County, Irlanda, y que había soñado con ser misionera en África, se unió en 1959 en Pennsylvania a las Hermanas Franciscanas de San Francisco, una orden fundada en 1855 por la madre Francis Bachmann. En 1980, la comunidad formó el comité de responsabilidad corporativa.

De todas formas, es de agradecer que las hermanas no sólo piensen en rezar, y se acerquen al mundo real para que al observarlo más de cerca, pidan en sus oraciones que ciertos directivos vayan derechos al infierno. (la idiota)

7 comentarios:

Genín dijo...

Esa ultima parte si que me interesa, si consiguieran que millones de cabrones aterrizaran en el infierno, lo malo es que no existe...
Besitos y salud

D.F. dijo...

Desconocía este hecho, (si es real).Pero que no vayan al infierno, que alli es donde yo quiero ir, que se vayan al cielo con Escriva de Balaguer, Bendicto y compañía. Al infierno vamos las personas serias...

Desclasado dijo...

Si me tuve que creer que Green Peace tuviese acciones de petroleras para presionar para que cambiasen su comportamiento, ¿por qué no creerme esto también?
Lástima que en una institución tan férreamnete jerarquizada como la Iglesia,la capacidad de maniobra autónoma de estas hermanitas, estará muy limitada...

Joder, me leo a mí mismo y me doy asco; han conseguido que no crea nada de nada.

Besos celestiales.

Blue dijo...

Hermana Marcela, las hermanas en la fe siempre controlaron muy bien la pecunia. Rezar relaja y hace ver las cosa más claras, tanto las dicinas como las terrenales.
El infierno de Temujin, mola. A ver si encontramos algún día todos los amigos allí, ja, ja.
Besos.

Blue dijo...

Uff, menos mal, que esto de comentar está poniendo a prueba nuestra paciencia...¡Señor!

Kez dijo...

La iglesia sabe que debe modernizarse, y en eso parece que está. Un saludo,

Pilar Mandl dijo...

¡Qué graciosas! la foto acompaña... No creo que se les pertita rezar por según que cosas :-)