Hace poco leí a Carlos Zanón, un escritor, que la inteligencia es la cualidad que le sirve a quien la tiene para darse cuenta de las trampas que se tiende a sí mismo, de los engaños con los que trata de embaucarse. Me pareció una definición fascinante. La mentira más común es aquella con la que un hombre se engaña a sí mismo. Engañar a los demás es un defecto relativamente vano. La inteligencia, de ese modo, sería la capacidad de no ser inconsecuente. La capacidad de mantener algún grado de coherencia -más allá de la retórica- entre lo que se dice y lo que se hace. El hilo que une los pensamientos y los actos. La coherencia, es un valor que ha estado muchos años desaparecido. De vacaciones o estabulado. Ahora han hecho con ella un ERE y tiene un despido de larga duración. Y jubilación anticipada. Que la coherencia crea problemas en todos lados.
Un dirigente sólo tiene tres posibilidades: ser consecuente con sus sermones, ser un cínico o ser imbécil. ¿En cuál de las tres categorías debemos colocar esos que hablan de "chantaje al estado" y que rechazan levantarse al paso de una bandera en un desfile y tiran de decreto militarizador ?
En que lugar debemos colocar a los intelectuales que llaman fachas a quienes no tienen un pensamiento único y que rechaza la mercantilización de la cultura, al apóstol de la pureza que exige un hotel de cinco estrellas pagado con dinero público y al fustigador de la frivolidad del mundo literario que busca cada noche su nombre en Google? Y que son tan demócratas y acríticos que están sentado a la diestra del Dios padre subvencionador.
En la primera de ellas no, por supuesto.
En los fallos de todos ellos además de en esta crisis que nos asola, encontramos lo que no deja de ser una historia cíclica, donde cada cierto tiempo vuelven a cabalgar juntos los Cuatro Jinetes del Apocalipsis del mercadeo: codicia, miedo, soberbia e ignorancia. Un orden idiota si no fuese porque se ha convertido en "el orden". Los medios del "orden" publican revelaciones secretas que ellos ya sabían, pero no contaron porque eran "off the record". María Teresa Fashión decía una cosa y hacía otra. Yo no necesito Wikileaks, pero está bien que los convencidos; sus seguidores, los inocentes, se enteren por esa cursilada que dan por llamar "poner negro sobre blanco".
De Mayo del 68 " pidamos lo imposible" al fundamentalismo socialista financiero "les damos lo que nos pidan".
Fueron progres, llevaban vaqueros y panas, barbas y leían libros de Noam Chomski y cosas así. Llegaron al poder, descubrieron el coche oficial, la peluquería, los modelitos, las comidas de trabajo cinco tenedores, lo bien que huelen los ricos, el hacer favores alos poderosos y les gustó. Pero disimulaban y hablaban a los "suyos" esos que casi todos se ha quedado en el paro. Fueron progres, y ahora son ejecutivos gobernantes capaces de tomar "drásticas medidas". Igual que los feroces especuladores y banqueros de toda la vida.
Primero fueron los yuppies, después los bobos, más tarde los eco-chic, los cool-fashion, los funkis, y otros nombres pijos para tiempos pijos.
Se acaba de inaugurar los tiempos del frugalismo que se ha considerado la palabra para 2011.
El neologismo es considerado como el nombre de guerra más adecuado para designar a esta criatura que quiere desenvolverse con estilo y con conciencia en tiempos de recesión. Lo cierto es que se parece bastante a otra de nuevo cuño que ya habíamos comentado aquí, recessionista, pero ésta, sin duda, tiene algunos matices añadidos interesantes. El frugalista, como su propio nombre indica, es básicamente una persona que lleva un estilo de vida frugal (”No, no necesito esa pantalla de plasma hecha en China, gracias”), que sabe decir no, pero que consigue ir a la moda acudiendo de cuando en cuando a lugares de culto para buscadores de gangas (outlets, mercadillos de segunda mano, y almacenes medio-pelo) y que además intenta mantener un estilo de vida sostenible y ecológico. Esta nueva tribu admite otras variantes. Al hilo de estos comentarios, recomiendo uno de mis libros preferidos sobre nuevas tribus urbanas: Bobos en el paraiso, de David Brooks. Tiene unos añitos, pero retrata de forma magistral y con mucho sentido del humor a todas estas criaturas emergentes.
Saca tu lado artista y deconstruye sillas viejas, tira un trozo de pared, y déjalo con un toque guay sin arreglar. Incluso si te pasas a la bicicleta, puedes montar una instalación con trozos de chapa al estilo Raunschemberg. Si vienen malos tiempos, recíclate y sé creativo. Todo el mundo es un artista, aunque no sea bueno. Y si eres malisímo, siempre puedes hacer algo "absolutamente genial" gracias a ese género tan artístico llamado apropiacionismo.
De hecho, los políticos que son unos artistas en el arte del buen vivir, pasan de la metáfora "estamos en el descenso de una carretera con curvas peligrosas" refiriéndose a la crisis, a el realismo mágico "soy tan tolerante que puedo permitirme un decretazo por estado de alarma" !qué mayor alarma, que no poder ir de vacaciones y de holganza!.
"Puedo joder el país impunemente, presuntamente robo a los pobres para dárselo a los ricos, por necesidad y por el bien de todos", "nombro sucesor a Alfredo, porque soy un demócrata con un punto monárquico, las mujeres son tuteladas por una simple, el tribunal de cuentas todos los años encuentra fallos en la contabilidad y no pasa nada, llevo seis años sin cometer un error, los estamos haciendo todo muy bien, hacemos en cualquier tema un gran esfuerzo y vamos a llevar a la deuda al 84% de PIB". "Y ya vendrán Merkel y Sarkozy que son unos fachas y no tendrá otro remedio que rescatarnos. Porque soy un ni-ni y a los ni-nis les ayudan los padres".
"Ahora organizo un follón para que los controladores salten y tiro de decreto-ley de alarma, que hay huelgas y huelgas.... faltaría más". "Y tengo que privatizar rápido Aena, que los 14 empresarios y 23 grandes empleados en la reunión que tuvimos me lo han pedido". "Y su deseos, para mi son ordenes". Juanli no fue invitado a Moncloa- y tira de wikileaks para relatar que el Presi y la Vice permitían el vuelo a los pájaros de la guerra.
Hoy si ir más lejos, en el Congreso se votaba una moción que permitiera a los que no pueden pagar la hipoteca, cancelarla con la entrega de las llaves- pasa en otros países- aquí, además de quitarte el piso te siguen cobrando y te subastan hasta el cochecito del niño.
Los socialistas- esa izquierda de mano, no de cabeza- se han opuesto a la propuesta. Verdes, ni brotes ni ná. Verdes de vergüenza, verdes de obscenidad.
PD. (Mira Blue, no te metas con una normal ama de casa agobiada)
(fotografía Kevin Hunt)
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11 comentarios:
Has tardado, pero estás en plena forma.
Besos.
Dices tantas cosas interesantes y con tanto acierto que ya no sé por donde empezar a comentar.
Solo me gustaría que las sillas donde se sientan estos creciera la hierba. Iría desde aquí a regarla.
Besos, Marcela.
Que bien te "descontrolas", ja, ja.
es impresionante de buena esta entradita Marce! y, a partir de ahora, sé que soy fruggie!!! o frugalista, y aunque suene o sea un término peyorativo, me sentí identificada! Con respecto a la decisión del gobierno que no aceptaron ponerle fin a las hipotecas, es de una hijaputéz dolorosa.
Tranquila...la catarsis habrá sido suficiente? BESO
Gracias Desclasado, si lo dices espero que sea porque te lo parece. Y si te parece, puede que se convierta en realidad.
Forma, lo que se dice forma...no mucha.
Gracias por ambos comentarios, me ha gustado mucho que te preocupes por mi pequeña ausencia.
Besos
Blue, descontrolame el gobierno. Y es que no puedo dejar de enterarme. padezco una nueva enfermedad llamada infotitis (inflamación craneal debida a la información)
Vamos a tener que regar con aceite el suelo que pisan para que resbalen.
¿te gustó la instalación de los brotes verdes...?
Besos
Emma, que bien que te hayas aputado al frugalismo. Además adelgaza los gastos. Y te hace estar más estimulada. Yo lo sigo y reciclo, pinto y cocino.
Me divierto, un beso
Marcela, disfrazada de normal puedes llegar a ser mucho más eficaz, ja, ja.
Infotitis parece que viniera de fotos (me diste un susto ;-).
La instalación me gusta, claro, pero creo que al ser el asiento algo mullido acabarían adaptándose, ja, ja. Aceite, sí, mejor aceite...
Besos.
Blue, te diste cuenta que hablo en gallego "descontrolame"
Aceite hirviendo.
La inteligencia es, desde luego, aquello que nos impide ser tontos. Tu artículo, Marcela, lúcido, bien organizado e impecablemente escrito, debería ser editorial de un buen periódico. Lo que dices es verdad y yo lo resumiría con un dicho: "Dale un pito a un tonto y verás la que se monta".
Besos frugales.
Me suele pasar con tus textos, Marcelita Duchamp, que eres tan extenuante que apenas dejas recovecos para un comentario "aportador", si no es metiéndose en berenjenales bastante profundos.
No es reproche, que es halago.
Halago justificante: si me limito a decirte: "qué guay, oyes, tía, qué bien escribes y tal", no es porque esté cumpliendo; es porque a ver quién cojones le mete algo más al texto que no hayas dicho ya.
Cuando no este de acuerdo te lo haré saber, pues menudo soy yo... Jajajajaja.
Besos.
Lo que dicen Blue y Desclasado... Luego lo volveré a leer.
Y no tengo mucho más que decir. Podría enrollarme... Un estupendo post. En fin... De todas formas, decir esto en la idiota es casi como triste, ¿no?
Estupendo post, cuánto de cierto en lo que dices... y así va el mundo.
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