


El resúmen editorial-político-económico del mes de mayo, lo escribo con imágenes de Cattelan, y una firma del presidente. Conjunción interplanetaria.
Idiota derivada del griego ἰδιώτης, idiōtēs (persona que carece de capacidad profesional, "un ciudadano privado y egoísta que no se preocupaba de los asuntos públicos)




"Todo el mundo quiere aparentar algo, pero en realidad aparenta otra cosa, y éso es lo que la gente ve. Ves gente por la calle y lo que notas esencialmente en ellos es la grieta. Es realmente extraordinario que nos hayan sido dadas estas peculiaridades. Y no satisfechos con lo que nos ha sido dado, creamos todo un aparato. El disfraz que usamos nos sirve de signo para que los demás piensen de nosotros de una cierta manera, pero hay un punto entre lo que quieres que la gente sepa de ti y lo que no puedes impedir que sepa de ti..."
"La idiota internacional " comenzó su camino santo el día 28 de junio del 2008. La segunda entrada que publiqué fue:
Todos los países tienen el gobierno y la oposición que se merecen: España, malo y peor.Llamó Obama, y sucedió la interconexión planetaria que tan acertadamente anunciase Pajín.
Cuando ya parecía que la crisis se remontaba- en el caso de España un mísero y manipulado 0,1-, llegaron los especuladores "sic", y mandaron parar. Grecia se incendia y los que están en sus poltronas no quieren arriesgarse a que la llama prenda por los cascajales mediterráneos. !Y eso que llueve sin parar!
Han sido tres años y medio, si no me descuento, los que he pasado junto a mis estimados lectores de El Periódico de Cataluña. Tras un repaso a las viejas columnas, me he percatado de lo mucho que ha cambiado, no sólo el país, sino el aire social que respiramos en común. Hace cuatro años la amenaza de ruina era tan sólo eso, una amenaza, de manera que el presidente Zapatero se podía permitir, con su habitual desenvoltura, acusar de antipatriotas a quienes hablaban de crisis económica. El deterioro es supino. Ver cómo Montilla, un gris escalador de la burocracia de partido, condecora a los fiscales que calumnian a sus propios colegas de tribunales superiores es una imagen que remite a los tiempos de Franco cuando la lealtad al Régimen era lo único que contaba. Porque la desdicha es que este país ha regresado a su ser ancestral. La ruina económica nos está devolviendo al lugar de siempre en el tercer mundo. La ruina moral nos devuelve al escenario de toda la vida, el esperpento, la pornografía política, la canallada.
El sueño ha durado unos años, digamos que de 1982 a más o menos el cambio de siglo. Durante veinte años parecía que España podía convertirse en un país europeo. La gente olvidó los delirios señoritiles del desprecio al trabajo y, con la excepción de los liberados sindicales, comenzó a tomarse en serio la vida. De pronto ya no daba vergüenza trabajar e incluso querer trabajar más horas o más días.
Los fondos europeos y una ola de optimismo que ilusionó a los españoles lograron un despegue prodigioso, mientras en el terreno político, con jefes de gobierno adultos como Suárez, González o Aznar, los adversarios no eran enemigos. La oposición podía ser dura, pero no era una chusma despreciable. La diversidad de ideas y opiniones, como en Europa, mantenía viva la libertad.
En la actualidad la libertad es una excusa para sacar las navajas. Este ambiente tabernario, que a mi modo de ver repugna a casi todo el mundo menos a los partidos políticos y a aquellos que viven de sus privilegios y subvenciones, tiene aspecto de ser duradero. No me imagino yo a los actuales padres de la patria preocupándose por los votantes, esos parias que han venido al mundo para pagar sus sueldos, viajes, negocios, comidas, amantes, coches, parientes, sobornos y trajes.
En estas circunstancias, la verdad, es inútil tratar de influir en la vida pública, así que me voy a los cuarteles de invierno a ver si logro hacer algo de provecho. Mil gracias por su atención y por su amabilidad. (Félix de Azúa)
Hoy se despide un hombre libre y ético. Su melancolía me contagia. Si los que saben y piensan se van. Los que no pensamos ¿ que hacer que diría Lenin?
(Obra de Ron Mueck)
Primero: