sábado, 15 de junio de 2013

elogio de la frivolidad muy inteligente.



Yo admiro profundamente a María Vela Zanetti, es la mujer que hubiera querido ser o por lo menos, acercarme algo a ella. Es culta, sofisticada y sabe mucho de arte por sí misma y por cercanías. Escribe con ironía, tiene varios perros y sabe ponerles nombres- cosa muy difícil-, tiene un ensayo titulado "Maneras de no hacer nada", y escribe un pequeño blog titulado "el cuenta hilos".
Lo que no hay duda, es que ella no da puntada sin hilo.
¿Es necesario demostrar todo el tiempo lo profundo que se es, tomarse a sí  mismo muy en serio, además de darse mucha importancia frunciendo el ceño para ser un intelectual? María demuestra que no. María no es una cejasaltas. Y puedo asegurar, que es una de las personas más cultas de este país falto de ironía, que lleva a cuestas la marca "españa".  
Y aquí tienen una pequeña muestra, que la copio entera para que se quede en mi archivo de idiota, titulado: 

AZNAR: su voz está llena de dinero.

O algo así le decía El Gran Gatsby de Fitzgerald a la adorada flapper de alta clase que fue su sueño adolescente y a la que apenas llegó a rozar cuando ya había amasado una fortuna él mismo. Eso se me vino a la cabeza al escuchar y ver la entrevista más comentada de la semana; no exageremos tampoco, y distingamos entre un revuelo mediático y una catarsis nacional.
José Mari ya no es José Mari, pero ha llegado a ser la peor caricatura de José María, un alter ego que se venía fraguando desde que abandonó la política real y se atrincheró en las ideas redentoras (ésas de hombres carismáticos), que siempre estorban en la vida y son causa de tanta desgracia. El señor Aznar, con esos ternos de azul o gris oscuro, estupendos de hechuras, y cuyo sastre el propio José María aconsejó a Rajoy hace tiempo, según cuentan, cumplió su más recóndito y acariciado sueño; acariciado con garras de cota de malla castellana -¡esa foto disfrazado de El Cid!-, que no era otro que el de formar parte del CLUB INTERNACIONAL DE LOS MILLONARIOS.
¿Para qué ha salido a la palestra? ¿Para volver al regaño? No, para mostrar ese estilo inigualable de la riqueza que se aloja especialmente en un tono de voz cruel, hueco, no claro, terroso y húmedo de falsa emoción contenida, como si llegase desde las profundidades de la cueva excavada en donde guardan su tesoro los plutócratas; una cueva que ellos, desfachatados, llaman corazón. Ha vuelto para explicarnos a nosotros, los pobrecitos, que un regalo de bodas (el de Correa a su hija) puede ser, entre ellos, los del club, una millonada, una ordinariez y a la vez un gesto luminoso ¿y lírico? Ha vuelto un rato para aclararnos que él, por encima de todo, ya es, por fin, un rico: se viste como ellos, se pavonea como ellos y se codea sólo con ellos. O lo intenta a todas horas. Mientras tanto, el profesor de golf que le dio clases en sus días de apogeo, sin haber cobrado sus honorarios hasta hoy, ha sido expulsado de ese remanso deportivo, también para ricos. ¿Por qué? Puede que José Mari no haya pillado todavía, a pesar de las clases de todo género, y de ser una esponja, que la bufanda no se deja abandonada y larga, inerte, como una estola eclesiástica, sobre el pecho, y que las cintitas en la muñeca ya no las lleva ni Colate. Ahora sí, el tonillo imperioso y agotado a la vez, como de Tío Gilito contando sus monedas doradas, lo clava. Enhorabuena, chato; algo es algo. 

( Y así es como le veo como en esta foto que pongo- para ilustrar el texto- por no poner el retrato del ex-presidente. Retorcido a fuerza de gimnasia, pensamientos recurrentes y muy afectado de molestias gastrointestinales)

3 comentarios:

Genín dijo...

Hecho de menos que no resaltara las patas encima de la mesa y que hablara catalán en la intimidad, por lo demás, perfecto... :))
Besos y salud

Paco dijo...

¡Que razón tiene María!!! saludos

Blue dijo...

Jajaja, qué bueno lo de la estola y las cintitas, jaja.

Pues sí, parece que sale de las cavernas. En realidad no sé de donde salen todos y cada uno.

Besos, Marcela.