Hoy os dejo una recomendación: si queréis saber algo de lo que está pasando leed a Tony Judt, recientemente fallecido y del que acabo de terminar "Algo va mal" un compendio de inteligencia puesto al servicio de los que quieren saber..algo más que lo que les cuentan y con un poco más de luz.
...al menos, la guerra, como el racismo, ofrece opciones morales claras. Incluso hoy, la mayoría de la gente sabe lo que piensa acerca de una acción militar o de los prejuicios raciales. Pero en el ámbito de la política económica, los ciudadanos de las democracias contemporáneas nos hemos vuelto demasiado modestos. Se nos ha aconsejado que dejemos esas cuestiones a los expertos: la economía y sus implicaciones políticas están mucho más allá del entendimiento del hombre o la mujer corrientes, de lo que se encarga el lenguaje cada vez más arcano y matemático de la disciplina.
No es probable que muchos "legos en la materia" se opongan al ministro de Economía o a sus asesores. Si lo hicieran, se les diría -como un sacerdote medieval podría haber aconsejado a su grey- que son cosas que no les incumben. La liturgia debe celebrarse en una lengua oscura, que solo sea accesible para los iniciados. Para todos los demás, basta la fe.
Pero la fe no ha bastado. Los emperadores de la política económica en Gran Bretaña y Estados Unidos, por no mencionar a sus acólitos y admiradores del resto del mundo desde Tallin hasta Tiflis, están desnudos. No obstante, como la mayoría de los observadores comparten desde hace mucho sus gustos sartoriales, no están en condiciones de decir nada. Tenemos que volver a aprender cómo criticar a quienes nosgobiernan. Pero para hacerlo con credibilidad hemos de librarnos del círculo de conformidad en el que tanto ellos como nosotros estamos atrapados.
La liberación es un acto de la voluntad.
La crítica ha dicho...
Judt expone de forma clara, didáctica, que las cosas van mal, muy
mal, y que irán cada vez peor si no ponemos remedio a la pendiente egoísta,
cortoplacista, economicista en que nos hemos instalado. Como decíamos
desde un primer momento, el diagnóstico no es nuevo ni rompedor. Pero la obra
es fantástica, está muy bien construida y mueve a la reflexión y trata de abrir
los ojos a quien se empeña en cerrarlos. No sé muy bien si por el pavor
ante la actual situación, y que estamos llevando entre todos al desastre a base
de comportamientos insostenibles tienen o no salvación. Pero está claro
que si las cosas han de cambiar (y deberían hacerlo) esa transformación pasa
inevitablemente por una crisis de los valores actualmente en boga, por una toma
de conciencia general de que estamos haciendo las cosas mal y de que es
responsabilidad de todos, colectiva, tomar viejas sendas que, mirando atrás,
son las que sabemos que han dado buen resultado en el pasado.
De algún modo,
de todos modos, la obra de Judt permite aventurar un guión, que él no llega a
desarrollar, en el que, inevitablemente, se producirá la reacción social.
Porque, en el peor de los casos, llegado un estadio de destrozo cívico y social
la evidencia de que es necesario un cambio acabará por ser asumida por la
mayoría. La clave es qué nivel de retroceso será preciso, en qué punto del retorno
ético y económico a las pavorosas entrañas de injusticia social de las
sociedades europeas industriales del siglo XIX, pero esta vez a escala global,
nos detendremos. Cuándo nos daremos cuenta. Y, sobre todo, cómo de duro será el
proceso de toma de conciencia. Porque, desgraciadamente, estas cosas, como
también nos ha enseñado la historia, no suelen resolverse de forma enteramente
pacífica. Los privilegiados, aquí, ahora y siempre tratan de preservar por
todos los medios los privilegios adquiridos. Y, como es obvio, tienen muchos
recursos a mano para hacerlo. Frente a ello, tienen la desventaja de que son
menos. Muchos menos. Y, al paso que vamos, cada vez se agigantará esa
diferencia de número. Cuestión distinta es cuánto tardarán las sedicentes clases
medias en verse a sí mismas más próximas a los inmigrantes ilegales sin
derechos o a los trabajadores chinos que no sólo exportan productos a bajo
precio sino condiciones laborales autoritarias y vergonzosas a todo el mundo
que a unas élites que les venden como supuestamente a su alcance pero que, cada
vez de modo más descarado, les están tomando el pelo.
10 comentarios:
Hasta hace muy poquito, gigantes como China, India o brasil estaban durmiendo, ahora han despertado y quieren su trozo del pastel, pero se le ponen a uno los pelos de punta cuando sumas sus habitantes y ves que necesitan varios pasteles, que no existen, para ellos solos...
O se hace una revolución y partimos de cero con un modelo no consumista o seguiremos de culo, cuesta abajo y sin frenos, y la cosa no es nada fácil de lograr...
Yo te ruego encarecidamente que quites ese sistema de verificación de palabra, voy a intentarlo, pero no entiendo las letras.
Besos y salud
Genin tus deseos son escuchados. Los de blogger se han empeñado y los ponen por doquier. Un abrazo, amigo
Me encantó el texto y la crítica.
Yo sí creo que está asumido por mucha gente que las cosas tiene que cambiar, pero ese guión esta sin desarrollar, no arranca.
Creo que todavía, a pesar de todo, estamos cómodos.
Besos.
(Marcela, si quieres quitar los letreritos tienes que ir a la configuración de comentarios y cambiarla. La verdad es que lo están poniendo incómodo, y total el spam ya va a otro sitio...)
Blue lo quité de the best, pero ahora no encuentro aquí el lugar. Estoy un poco despistada.Ya lo decía Dylan hace mucho "los tiempos están cambiando" pero la cosas no terminan de arrancar para el cambio.Judt me encanta he leído varias cosas suyas, lástima de su muerte.
Un beso, queridiña.
Marcela, es así: Diseño- Configuración- Comentarios...y donde pone: ¿Mostrar verificación de la palabra para comentarios?, escoger "No".
Ocurre algo gracioso que pone allí: "Los autores de los blogs no verán la verificación de palabras para los comentarios". Es por eso que mucha gente no sabe que los que entran tiene que verificar ese par de palabras, pero últimamente (hace unos días) es muy molesto porque son dos palabras y una de ellas está muy borrosa y hay que intentarlo más de una vez, ja, ja.
Gracias, Marcela...es que ya vemos poco y mal, ja, ja.
Bicos.
Pero Blue, hace unos días pusieron en todos mis blogs, por su cuenta y riesgo. Yo no quiero nada impuesto, voy a quitar todo, y si me hartan que se queden con el blog.
Besos y gracias
Pues tiene razón Tony Judt, que algo va mal.
A ver si también los tengo yo y no estoy enterada, ja, ja.
;-)
Leonarda, has de saber que tengo el libro de Judt en mis manos (y que ya voy por la página 34; por lo de "SENTIMIENTOS CORRUPTOS"), y que he ido a buscarlo esta mañana gracias a que leí anoche esta entrada tuya.
(No te relato la odisea del libro (creí haber olvidado la VISA en FNAC, y me he gastado medio bono de metro volviendo), para no aburrirte)
Es muy muy ameno, y lo digo sin ningún tipo de duda ya que la que esto está escribiendo, referida a temas económicos, es lo más parecido a un pedruño.
Necesitaba este libro.
Gracias Leonarda por tu recomendación. Te mantendré informada de mis cuitas epistolares con cierto personaje relevante de la radiodifusión española, y que se ha sentido seducido por mis ideas en contra de la reforma laboral.
Menos mal que el libro que recomiendas puede de alguna manera guiar mis pasos, pero sobre todo mis palabras, ya que me siento al borde de un precipio ante tan magna empresa que el destino puso en mi camino.
Con Dios, Leonarda, te enviaré noticias.
(Aquí abajo pone la primera claramente "Baronetcy" pero la segunda...Joder, no sé si es "ificai" "ificar" "ificat" "ificaf". Voy a probar, y si no, entonces es que soy un robot)
2) (¡Ajá!: no era. Segundo intento para demostrar que no soy un robot. A ver, leo "icessfes" y "each")
Gata, no sabes lo que me alegro de servir para algo. Me tienes que tener informada de tus cuitas gatunas. Y de verdad te digo que te admiro profundamente, y doy gracias a la gran Blue por permitirme conocer a personas como tú. Sigo anclada en mis desmadres, y no soy capaz de quitar esa mierda de criptogrmas.
Un beso.
¡Dios mío, yo sí que te admiro a ti!!
Y dejemos esta batalla de flores.
Mis cuitas: Es un blandengue. Lo tumbé en 4 correos. Y teniendo en cuenta lo poquigüis que soy socialmente hablando, se llega a la siguiente conclusión: Hay personas envueltas en tantos neones, que al mirarlas no consigues ver cómo son en realidad.
Mucha estrella anda por ahí estrellandonos a todos.
Considero absolutamente necesaria una brigada apedrea-neones y farolas, para que podamos verles bien la cara a los que nos manipulan.
Pero tampoco me hagas mucho caso...
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