Cuando llegué a Madrid, empecé a fascinarme por ciertos letreros que encontraba en mi barrio. Por ejemplo, había una pastelería un tanto cutre que llegado julio vaciaba los escaparates y anunciaba "el género dentro por la calor", pero además encontré un letrero que pregonaba "se venden emociones y talentos" y era una casquería especialista en sesos y corazones. Era tan bueno, que pensé en pedir al que lo inventó una cita. También encontré, unos almacenes de diversos artículos que se llamaban a toda fachada "Bobo y pequeño" que es un nombre apropiado para algunas mentes que se sientan en el Congreso.
Llevada de mi interés por el tema, un día me topé con el cartel más fascinante que imaginarse pueda y que rezaba así: Se prohibe a los materialistas aparcar en lo infinito.
Estaba en una calle mejicana. Y me parecía la cosa más filosófica que nunca hubiera imaginado. Pregunté y me aclararon se trataba de una prohibición, por la que se impedía a los camiones de materiales de la construcción aparcar a lo largo de la calle. ¿no es genial...?
(fotografía besana)
14 comentarios:
Sí, es genial...más increíble es la explicación que te dieron! UNA GRAN HISTORIA!!!
Me parecen geniales todos los letreros que nos traes Marcela. El de la casquería me encanta, me parece sencillamente genial: se venden emociones y talentos.
El de la prohibición en encantadoramente filosófico, no lo asocio directamente con la explicación que te dieron,es más no me parece que se refiriera a eso, pero me parece una frase buenísima y que encierra una maravilla de pensamiento.
Se te echa de menos. Un besazo.
Ja, ja, ja, sí que es absolutamente genial la filosofía de los letreros, como uno que ponía: "Cuidado con el dueño del perro".
El de los materialistas tremendo.
Besos.
A mí estas cosas me dejan en silencio... no puedo pensar y hablar al mismo tiempo, o debería decir que prefiero pensar a decir por decir mientras realmente ando dentro de mí pensando je!
Achuchones!
Quieres decir que prefieres pensar a pensar por decir, India. O sea, pensar antes de decir. Es decir, no decir sin antes pensar... (aaay, que mala es la caló)
Disculpas, Marcela y besos a las dos.
Emma, tengo recogidos muchos de esos letreros. Me encantan las cosas cotidianas que aparecen como extraordinarias.
besos
Carmela, ese letrero lo utilicé para escribir una crítica de Cindy Sherman de unas obras que no eran las típicas de llas, sino que aparecían como casquería fina.
Un beso
Frankie, si te ríes ya es importante el post.Hacer sonreír es una de las cosas que más me gusta compartir.
Besos y felices vacaciones...
India, espero que no te fastidie el cerebro vacacional. Pensar es una de las cosas más divertidas que hay, me dedico atraparpensamientos y cazo algunas moscas.
Un fuerte abrazo.
jaaaaajajjajaa yo digo lo que tú quieras entender, Frankiesito...
A ver... lo que cuenta Marcela me hace quedarme cavilando sobre ello, sé que pienso en silencio y no suele ser fácil plasmar silencio en un comentario... jajajjaa a eso me refería, una manera de expresarlo en forma de comentario... me gusta la gente que juega con las palabras en los lugares que menos esperas que lo hagan, me gusta esa sorpresa, aliña la rutina... y precisamente hoy, de nuevo menciono a Marías, porque su artículo del semanal de ElPaís versa sobre el uso de las palabras y los pensamientos y de cómo pareciera que estuvieran en retroceso... me gustó leerle a él y venir de nuevo a leer a Marcela, que es la que me deja el mejor sabor de boca :)
Achuchones... como véis, ahora no estaba pensando jajajjaa hablé mucho del tirón jaaaajajja
Ando como India, como la entiendo!!.La filosofìa y la universidad están en la calle,sin dudas. Acá,más que carteles, hay alguno que otro interesante, hay muchos grafittis en las paredes. Un beso y muchas risas que es lunes, fin de mes,etc....
LOS LETREROS SON UNA COSA CURIOSA, ES UN SIGNO DE TU OBSERVANCIA, GRACIAS POR EL TEXTITO SALUDOS
Hola, te tengo en mi blogroll, así que creo que te conozco. Bello blog, hilarantes entradas.
Ah, y besos, ya que nos ponemos.
¡¡Qué buenos!!
A partir de ahora andaré pendiente de los letreros cuando vaya por ahí
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