domingo, 13 de febrero de 2011

para los que piensan y para los que no


Por lo general, me las arreglo para desperdiciar la mañana, así que termino copiando y pegando de tarde. Soy una blogera de noche, pero como desperdicio la mañana, me he convertido en una blogera de cualquier hora y de cualquier cosa. Podría escribir de noche, pero cuando lo hago no duermo. No duermo aún cuando no escriba porque soy insomne. Así que trato de evitarlo. Siempre tengo una cantidad ingente de ideas, pero las descarto en cuanto las pienso dos veces, por obvias.Tengo una lista de alrededor de trecientas entradas que me gustaría escribir, pero después llega el momento de decidir y las descarto. Así hoy, después de pensar en varias ideas propias, me quedo con las buenas ajenas. Ideas que son oro. Porque las buenas ideas, son de todos menos de Sinde Pí-rate y las de sus compañeros de incongruencias, que por el contrario opinan que el dinero público no es de nadie.

 De (Ivan de la Nuez)
¿Qué esperamos de una noticia: que nos sorprenda o que nos satisfaga? Si queremos lo segundo, de lo que hablamos es, entonces, de una esperanza. Basta un kiosco de prensa, una pantalla, un rumor, para que nos lancemos en busca de su confirmación y pongamos en escena el ritual cotidiano de nuestro acto de fe. Cuando el destino, como suele pasar, no cumple con nuestras expectativas, pensamos, sin más, que la realidad “desobediente” se ha complotado para traicionarnos.


Cuando explotó la revuelta en el mundo árabe, pensé en esto y me vinieron dos anécdotas a la memoria. El primer recuerdo es de una conversación con unos músicos de rap de Marruecos. En un comentario, alguno afirmó, más o menos, lo siguiente: “los problemas que tenemos en Casablanca no son nada comparados con lo que están pasando nuestros colegas de Túnez: aquello está a punto de explotar”. El segundo recuerdo implica a John Le Carré y se remonta a 1999. Y a su reiterada pregunta sobre por qué aquellos que “tenían que saber” —periodistas, diplomáticos, espías, él mismo— no fueron capaces de prever, un día antes en pleno Berlín, el derribo del Muro.


Ahí están algunas fechas: 8 de noviembre de 1989, 10 de septiembre de 2001, 10 de marzo de 2004. ¿Qué dijeron, en su momento, los medios informativos sobre el día siguiente? Hoy es fácil comprobar que nada dijeron sobre el estallido inminente. Y constatar que los especialistas —arabistas y sinólogos, cubanólogos o diplomáticos, espías o periodistas—, hace tiempo que han cruzado la frontera y no están aquí o allí para seguir los hechos sino para alimentar el relato de una demanda.


Foucault dijo una vez que el problema del acontecimiento estaba, precisamente, en que este era incapaz de conocerse a sí mismo. Los hechos de los últimos días confirman que esto no es en modo alguno un problema. En esa ignorancia —que es la ignorancia de los que “saben”— puede que radique la garantía de su éxito. (Iván de la Nuez)


 Cuatro puntos de los 12 de Arcadi Espada.


... Obligar a los perceptores de cualquier tipo de ayuda, prestación o subvención pública a devolverla. En cómodos plazos, sin intereses y cuando su situación financiera lo permita, pero que lo devuelvan. Con la excepción evidente de las prestaciones que, de acuerdo al sentido común, no pueden ser devueltas por el receptor (invalidez, minusvalías y jubilaciones). Porque el dinero público sí es de alguien: de aquel que ha trabajado para ganárselo.

-. Dejémonos de exquisiteces y reescribamos el artículo 1 de la Constitución tal que así: “España se constituye en un Estado social y oclocrático de Derecho, que propugna como valores superiores de su ordenamiento jurídico la chupada de huevos, el despotismo funcionarial y el berlusconismo”.

-. Darle a la ministra Pajín una responsabilidad acorde a su capacidad real en el mercado libre para que se distraiga y deje de derramar su creatividad sobre la jeta de sus indefensos rehenes.
 

-. Obligar por ley a disolver el Parlamento y a convocar elecciones generales cada vez que el país supere determinadas líneas rojas: por ejemplo, la tasa de paro media europea (alrededor de un 10%; España supera el 20%) o la tasa media comunitaria de abandono escolar (alrededor de un 15%; España se sitúa aproximadamente en el 30%).
-. Obligar a todos los funcionarios españoles a aprenderse de memoria el libro Cómo escribir claro
de Jordi Pérez Colomé. Y una vez que hayan aprendido a escribir claro, lograr que piensen claro adaptando y aplicando los diez principios del libro a la acción de gobierno. Por ejemplo: “El ciudadano manda” o “Si una ley parece innecesaria, seguro que lo es”. (Arcadi Espada)

POR ULTIMO LO MÁS IMPORTANTE PARA CAMBIAR LAS CLOACAS POLÍTICAS:
Solidaridad / Transparencia / Reconstrucción

Y un vídeo demostrativo y confirmativo de que la copia es buena para la industria. La máquina de copiar jamones.

10 comentarios:

EG dijo...

Realmente exquisito y universal. Ojalá pudiese yo sacarle tanto provecho a mi tiempo (libre o no, mi cabecita no funciona brillante como la tuya). Tu poder de relacionar "esto con aquello" no deja de sorprenderme.

Un abrazo Marcela

marcela dijo...

Emma gracias, me parece demasiado decir que tengo una cabecita brillante, cuando lo que ocurre es que tengo un caos que trato simplemente de organizar un poco.
un beso

El intimista secreto dijo...

Los puntos de Arcadi Espada son impresionantes de buenos. Y el vídeo, fantástico, se lo voy a reenviar con todo cariño a la Sinde el día de San Valentin.
Gracias, Marcela, y deja tu cabecita descansar de vez en cuando (pero no mucho, te necesitamos).
Besos.

Frankie dijo...

Lo de la ignorancia del acontecimiento de Foucault me recuerda un libro magnífico de Nassim Taleb, "El cisne negro", acerca de la impredecibilidad básica de todo lo que ocurre y el fracaso de los "expertos" a la hora de orientarnos de verdad.

Economistas, sociólogos y políticos son como los meteorólogos: muy hábiles para describir el tiempo que hizo ayer, pero nefastos para hacer lo mismo con el de mañana.

Vamos que, en el fondo, la Realidad es completamente libre. Que gozo y que miedo, marcela, jajaja.

Besos organizados,jeje.

Blue dijo...

Que bueno, Marcela. Siempre inspirada.
¿Y ese vídeo, ja, ja? Es muy bueno...Lástima que no haya una máquina para copiarte a ti.
Muy buenos los enlaces ;-)

Besos.

¿Ahora es Chanel? ¿Dejamos Cartier, ja, ja?

Desclasado dijo...

Me has pisado la entrada que llevaba en mente acerca de "la información" que nos llega de Túnez, Egipto, etc, jajajaja.
Pero no comer por haber comido, está muy bien. Bien está que la escribas tú con tu elegante estilo a que me hubiese puesto yo con mi macarra buay of laif.
Arcadi tiene puntazos muy buenos a ratos.
Besos.

marcela dijo...

Intimista, Arcadi es un tipo muy inteligente que ha tomado uncamino políticamente no correcto y más cerca de la verdad que los que defienden esa vía. claro está que no siempre tiene razón, pero suele estar en lo cierto.
Si descanso me desanimo, así que un poquito por aquí otro por allá y me entretengo.
Un abrazo

marcela dijo...

Frankie, leí en su momento a Taleb y lo de los cisnes negors que viene a ser más o menos "de la mitad, creerse la cuarta parte, y de ahí rebajarla"
Cada día más informados y sabemos menos.
un beso.

marcela dijo...

Desclasado también yo pensé en poner hoy las declaraciones de el hombre de"la verdad por cojones".El espadachín no tiene miedo a nada porque no tiene que pedir subvenciones culturales, y ha estado en muchas guerras. Una vez que has estado en el conflicto debe ser muy difícil no volverte algo cínico.
Un beso, y no me guillotines que desde que lo has hecho, me duele muchísimo la garganta.

Pilar Mandl dijo...

¡Caray qué bien copias! Para selección tan exquisita también hay que valer :-)
¡Qué pena que descartes tantas entradas! Seguro que de las 300 200 son muy buenas y 100 buenísimas...