viernes, 27 de agosto de 2010

Despidiendo a ZP

He vuelto de vacaciones más friki-si cabe- de lo que me fui. He visto cosas que no creía. He visto en el barrio más elegante de Estocolmo hacer campaña política en la acera, bien trajeados y encorbatados, sin marchas o músicas de esas estereofónicas. Desplegaban una pancarta y sin atril, cuatro candidatos centro-izquierda hablaban a los pocos, que se paraban a escucharles.
Sin fanfarrias, sin gastos de campañas, sin mucho ruido. Y mirabas las colas de SAS en el aeropuerto y no había nadie haciendo idém -increíble, pero cierto- Eran correctos, había alguna mezquita, paseaban en la mochila los ejecutivos sus niños. No era el paraíso, pero eran o parecían gente alegre que se desparramaba por los parques, tomando el sol.
Y... llegué a Barajas, tardamos dos horas en la recogida de maletas. !Por fin, estábamos en el paraíso!

Hace un año, leí en un blog de Expansión, éste comentario que me pareció de lo más oportuno. Lo escribía Jesús de la Vega y es algo que he pensado siempre. Y digo siempre, derecha izquierda, adelante o detrás del espectro político-gremial. Gente que tampoco hablan inglés, cosa que exigen para hacer fotocopias en una oficina.

Y ahora el corto y pego:

"Pase, José Luis. Sí, le hice llamar. Por favor, siéntese". Aunque Zapatero no perdía su peculiar sonrisa de oreja a oreja que le era habitual, percibí en una ligera mueca que él sabía lo que iba a suceder a continuación. "José Luis, debo comunicarle que la empresa ha decidido proceder a su despido. ¿Qué cuales son las razones? Por supuesto, yo se lo explico".

Zapatero seguía sin abandonar su sonrisa de jugador de póker mientras se inclinó hacia mí, como queriendo recoger físicamente las explicaciones.

- José Luis, usted fue muy bien recibido en esta compañía, con mucha ilusión. Representaba para nosotros un soplo de aire fresco. Prometía ayudarnos a avanzar para que la empresa fuese mejor y tuviese mejores resultados. Más adaptada a la nueva sociedad. Al principio, su liderazgo y carisma nos hicieron pensar que habíamos acertado plenamente en su contratación.

Zapatero se echó hacia atrás y apoyó su espalda en el respaldo del sillón. Dirigió su mirada hacia una de las esquinas de mi despacho, seguramente rememorando los buenos, no tan viejos, tiempos.

- Aunque pronto empezamos a detectar algunos comportamientos preocupantes, que le comunicamos para que los rectificara, usted siguió empeñado en cometer los mismos errores, pero agravado por el hecho de que cada vez mentía más para ocultarlos. Poco a poco, una de sus mejores fortalezas, el exquisito cuidado de las formas y de la imagen de sus acciones, se fue convirtiendo en uno de sus principales defectos. A usted dejaron de preocuparle los resultados de la compañía y su principal esfuerzo se dirigió a crear campañas de imagen de sí mismo que en nada beneficiaba a la empresa. Nos dimos cuenta que usted solo trabajaba para sí mismo y para su camarilla más próxima.

Interrumpí por unos instantes mi discurso, preguntándome a m mismo cómo no decidimos antes hacer lo que estábamos haciendo ahora.

- Además, usted se olvidó de que las empresas deben tener unos objetivos comunes. Se enzarzó en una guerra con otras divisiones de la compañía en la que los únicos perjudicados son sus accionistas y sus colaboradores. No fue incluso capaz de generar cohesión y trabajo en equipo dentro de su propio departamento. Es más, cuando los resultados de la empresa fueron a peor, usted se dedicó a manipular su cuenta de resultados, lo cual le impidió tomar las medidas adecuadas para resolver la crítica situación. Quizá ahora sea demasiado tarde. No le ayudó, sin duda, que usted se rodeara de un equipo con buena imagen, obediente pero sumamente ineficiente.

- En fin, José Luis, podríamos seguir enumerando más elementos que han ayudado a tomar la decisión, pero creo que éstos son ya suficientes. Le deseo mucha suerte para su nueva etapa

Discúlpeme el atrevimiento de hacer un poco de política-historia-empresa ficción. Pero sucede que me dio por pensar en lo enormemente alejados que están los mecanismos de éxito y fracaso del mundo de la política y del mundo de la empresa. Por supuesto que soy consciente de que tiene que haber diferencias importantes, pero también lo soy de lo tremendamente eficientes que son aquellas sociedades donde las diferencias no son tan importantes. Por tanto, la reflexión anterior no pretende ser una crítica política, sino la exposición de un liderazgo mal entendido que se puede dar tanto en la política como en la empresa.

Al fin y al cabo, España es una empresa de 45 millones de accionistas en la que, como en una empresa, debería haber un propósito común y una dirección eficiente para que todos nos pudiésemos beneficiar. Los países, como las empresas, progresan en función de la calidad de la capacitación de sus componentes, de lo duro y lo bien que trabajamos y de lo bien que estamos dirigidos.

Ya sabe, José Luis, quizá esté a tiempo de que los españoles no le despidamos.
(SETIEMBRE del 2009)


Y me he preguntado siempre, ¿ si la política es en éstos momentos, el arte de dirigir una empresa, si siempre se despide a los de abajo, si los de arriba tienen aseguradas unas pensiones de vértigo y unos despidos para irse a vivir a los Hamptons. ¿Cómo es posible que la mayor empresa España S.A. esté dirigida por un hombre que nunca tuvo ni un pequeño comercio?
En España sin embargo, tenemos un buen clima. (Estocolmo 24 º- Oslo 23º- Helsinki 28º)
(fotografía de partisana)

9 comentarios:

EG dijo...

Va llegando gente al baile!!! vienen regresando! Menos mal, me estaba poniendo triste y, a pesar de no conocer mucho de la política española, en este mundo globalizado nos parecemos en varios aspectos...no así con la 1º parte del relato de tu viaje que también me sorprende esa ubicuidad, esa corrección y prolijidad en el andar. Abrazo amiga!!!

David dijo...

Buuufff.. Estocolmo... ¡Qué diferencia con Alacant!
No he terminado el artículo de Jesús de la Vega (no tiene tu gracia, Marcela). Eso sí, coincido con tu comentario final. De todas formas, pasaba también para decirte que no me había olvidado del barquito pero que lo he ido posponiendo-posponiendo y ya ves... como no estabas por aquí, pues no he hecho los deberes. Espero que me perdones.
Bueno, me alegro de que estés de vuelta.
Un abrazo.

J. dijo...

¿Cómo que los países son empresas? ¿Y los ideales? ¿Qué hacemos con los ideales? ¿Y con los negocietes (guerras presentes y pasadas, asociaciones, ministerios...) que se justifican en dichos ideales? ¿Y con los cuñados que se llenan los bolsillos con esos negocietes? Déjate, la cosa está bien así, que tampoco somos tan Uropeos.

Blue dijo...

Se nota que esta carta es de hace un año. Demasiado suave.
Eso del centro-izquierda...¿Por donde se va?
Veo que todavía tienes las llaves, ja, ja. Bueno, y las claves.

Besos.

El intimista secreto dijo...

Tenemos buen clima y las playas han estado a rebosar (aunque con mucha nevera y tartera, para pasar el día baratito).
Uno de los peores errores es subestimar al contrario (una forma de hablar, en este caso, mejor decir "el que nos jode el pais"). El tío es un manipulador de tres pares de narices. Un ilusionista del copón. Y nosotros, como tontos en una feria.
Bienvenida de nuevo, Marcela.
un montón de besos.

Pilar Mandl dijo...

¿Y dónde dices que está ahora este señor Jesús de la Vega?
:-)

marcela dijo...

Emma, hay que volver y te diré que me gusta mucho salir, pero casi más volver. Aún cuando lo que he visto y oído me ha hecho un poco más lista. Incluso buena...Besos
David cerque la diferencia está en que las suecas de Alicante creo que han desaparecido, están en Estocolmo, Croacia, Báltico y muy guapos todos ellas y ellos.
J, tú si que sabes, la ironía es el pensamiento más adecuado a los tiempos que corren. Pero sin duda es un grado de cinismo que tenemos que cuidar. Yo la uso mucho.
¿Y dónde se vota...? Soy torpe como ZP.
Blue, todo tiene que ser más duro con el personaje. Le falta preguntar, ¿quién va a pagar la deuda tan inmensa en la que Vd. deja a la compañía...?
Proximamente en éstas páginas: "el increíble caso de la deuda incrementada".
Besos.
Clima y tartera, el veranito se puede solucionar, ahora el invierno todos sin calefacción.Yo no subestimo a los contrario me los tomo bien en serio porque ellos son los que hacen que tenga que pagar más por todo. ¿Sigues de yate...?
Un abrazo
Pilar, creo que lo enviaron a esas guerra que no es: Agfanistán.
No lo rescatarán
Un abrazo.

Desclasado dijo...

Hola, gamberra. Ahora me pondré al día con tu blog, de momento saludo.

marcela dijo...

!Hola, Desclasado! me encanta que me consideres gamberra. Teniendo en cuenta que lo soy, me gusta que aprecien mis encantos, y los remarquen.
besos