sábado, 26 de diciembre de 2020

así llega la salvación


PUNTOS CLAVE PARA CONSEGUIR EL OBJETIVO

  1. Búsqueda activa de los individuos. Al contrario que otras campañas, en este es la Administración quien cita a los pacientes y no deben saltársela para organizar las dosis.
  2. Organización de los grupos de vacunación. Tanto médicos de Atención Primaria como enfermería cuentan con la experiencia suficiente en el desempeño de la tarea.
  3. Formación. Desde la Organización Colegial han formado a Enfermería para manejar la vacuna, el llamado proceso de reconstrucción. 
  4. Un vial, cinco dosis. Todo lo anterior sirve para aprovechar cada vial, ya que de cada uno se inmunizarán cinco personas.

lunes, 21 de diciembre de 2020

Quién escribirá del desamor?




Cómo es posible que una cultura que tiene tanto para decir sobre el amor se quede prácticamente muda respecto del fenómeno, no menos misterioso, del desamor? En El fin del amor, Eva Illouz indaga las condiciones sociales y culturales detrás de lo que ha llegado a ser una característica común de las relaciones sexuales y románticas contemporáneas: el acto de abandonarlas. De distintas maneras -ya sea por falta de compromiso, por separación o divorcio-, las relaciones están marcadas hoy por la libertad de retirarse, o de ni siquiera entrar en ellas. En estas prácticas, como muestra la autora, juega un rol clave el capitalismo tardío, que nos entrena para desechar los vínculos sociales y pasar rápidamente a la siguiente transacción; a su vez, la disolución de los lazos personales -bajo la forma de lo que Illouz denomina aquí "relaciones negativas"- tiene un impacto enorme en la cultura, la sociedad y la economía. En este libro profundo y original, Illouz se pregunta cuál es el precio de esa libertad de no elegir, y a quién le toca pagarlo.

sábado, 12 de diciembre de 2020

Sánchez es Zelig


El presidente que tenía tiempo para todo.
No contento con viajar a diversas partes del mundo para presentarse lo que representa, Sánchez ha tenido tiempo de parir con comadrona un libro.
Libro que según sus fieles demuestra que solo ellos van hacia el siglo, mientras los demás vuelven.
Teniendo en cuenta que las únicas autobiografias auténticas son las que encargas a un casie emigo, las de Sánchez son plena hagiografia. En España no se hacen biografías al estilo anglosajón, se hacen “loas”.
Desde que llegó a la Moncloa no he dejado de ver su narcisismo y seguridad. Los personajes como el “creen que se lo merecen” y así mismo lo escribe en su libro escrito por Irene Lozano, y que el también firma. Podía haberlo hacho más natural: y titular “Mis conversaciones con Irene Lozano” pero ya descubrimos con la tesis que el siempre tiene quien le escriba.
En su camaleonismo, Sánchez evoca a aquel extraño personaje de un relato de Scott Fitzgerald que, en el curso de una fiesta, mutaba en función de quién le rodeaba. En 1983, Woody Allen llevaría a la pantalla la singular historia de Leonard Zelig, el camaleón humano. En una mezcla de persistencia y ambición por parte de una psicoanalista que traba amistad con él, la doctora descubre, encandilada con su paciente, que todo obedece a su extrema inseguridad. Metamorfosea su apariencia para ser aceptado. Así, al lado de un judío, le crecen barbas y tirabuzones; en compañía de un negro, su piel renegrea y su acento varía.

No escribiría esto si no fuera porque  este Manual de resistencia que el presidente Sánchez presentó el jueves -con tintes de celebridad del espectáculo, cheerleader incluida-, donde ajusta cuentas con los demás. Tal floripondio revela el desorden de la personalidad de quien evidencia un narcisismo egocéntrico, una desbordada confianza en sí mismo, una insaciable sed de reconocimiento y una apreciable tergiversación de la realidad para que ésta caiga de su lado como un dado trucado.

y todo el mundo callará porque la alternativa no es un narcisista, sino que parece que podían ser otros psicopatas.



La era de los idiotas

Cebrián se enfrenta a la realidad como un testigo soliviantado que observa cómo, en el caso de España, uno de los grandes logros de su generación, la citada Transición, naufraga en medio de una gestión gobernada por idiotas.Consciente de los riesgos de la doblez de esa palabra, idiota, el autor, académico de la RAE, precisa que utiliza el término no con la intención de ofensa o de insulto, “pese a que algunos lo merezcan”, sino en la segunda acepción que registra el diccionario: “Engreído sin fundamento para ello”. El libro es una explicación del caos y una casuística de la idiotez, que observa en gentes tan principales como TrumpBolsonaro o Sánchez, pero también en gobernantes de otra relevancia, pasada o presente, como Zapatero, Blair, Torra, Carmen Calvo, Salvador Illa, Fernando Simón o Isabel Díaz Ayuso.El libro está escrito con ingenio, como aconseja el autor de Panfleto contra el Todo, y con información, y es también “agresivo y masivo”, pues a la memoria del autor, y a su escritura, marcada por el disgusto ante lo que observa, acuden no solo hechos presentes, sino otros que están en su memoria y alimentan su desencanto o su indignación.Pocos títeres quedan con cabeza del examen general al que somete Cebrián a los protagonistas presentes del caos que describe. Parte principal de su disgusto español es el estado actual de la herencia de la Transición, principalmente de la Monarquía. El Estado de las autonomías ha sufrido ataques debidos a una idiotez cuya mayor metáfora procede de la gestión de la demanda catalana, ante la cual “la desidia, el miedo, la arrogancia y la estupidez se fueron turnando para impedir los cambios constitucionales que la cuestión territorial demandaba”. Por otra parte, el “no nos representan” del que surgió Podemos y esta fuerza política fue mordiendo el prestigio de “una historia de éxito en la que nos sentíamos orgullosos”.

Cebrián escribió con Felipe González El futuro no es lo que era. Y del futuro trata la última línea de esta crónica apasionada de su desencanto: “El futuro nunca está escrito, depende de nosotros, por lo que no podemos dejarnos arrastrar por la depresión ni la fatiga. Este es mi manifiesto final sobre cómo resolver el formidable caos en el que andamos metidos por culpa, entre otras cosas, de un puñado de idiotas”. “Sólo la política”, dice Cebrián, “y por tanto los políticos, serán capaces de sacarnos de esta situación”. Los actuales reciben un suspenso rotundo, así que hay que “descubrir valores jóvenes y acudir a la experiencia de los mayores en busca del liderazgo que acabe con los oportunistas”. Si hay futuro, viene a decir Cebrián en este manifiesto (o panfleto), estará otra vez, como al principio de la presente historia, en el consenso, vaciado ahora por políticos a los que él califica como engreídos sin fundamento. Es decir, como idiotas.