viernes, 5 de septiembre de 2008

el arte de lo cursi


He leído en el impecable blog "el cuentahilos" esto:

...Hay un librito de Francisco Silvela titulado:"Arte de distinguir a los cursis".
Me viene este librito a las mientes a propósito del 'maremagnum' estético en el que vivimos. Gente hortera y prepotente, como los Beckham, pasan por elegantes ídolos de multitudes, mientras que hoy en día, por el aspecto aniñado y pobretón de Bob Dylan, nadie daría un duro.
El autor dice entre otras perlas: "Puede un hombre pobre no ser cursi, pero un rico improvisado, corre gran peligro de serlo. ¿Queréis no ser cursis? Pues no tratéis de ser elegantes si esto no os sale de dentro. El que conoce que es cursi, ya deja de serlo".
¿Saben los propietarios de un chupete/joya de oro y pavé de 135 diamantes con aplicación bucal rosa que su precioso bebé está ya condenado por las pretensiones de sus padres, por su tremenda cursilería? No, ellos han pagado 2.100 euros para que la criatura mame desde la cuna el poder y la gloria, y no están dispuestos a que ni un centímetro de su vida deje de ser impresionante, única, apabullante.


¿Y que decir de las inmensas gafas negras, acompañadas del imposible bolso que llevará indefectiblemente al traumatólogo y quiromasajista? Añado.
Cursis, recursis y otros memos del montón.

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